En el día de ayer, Rogelio Frigerio sufrió masivos insultos en el estadio Monumental y debió abandonarlo antes que termine el partido.
Pero hoy arranco la semana de la peor manera, sufrió una brusca caída mientras inauguraba un restaurante de Margarita Barrientos.
Aparentemente el Deck no soporto el peso y se vino abajo, estaban parados el ministro del Interior y otras personas se vino abajo.
La inauguración del restaurante de Margarita Barrientos en Villa Soldati se vio empeñada por un accidente, provocado por un derrumbe del deck donde estaban parados funcionarios del gobierno nacional y de la Ciudad de Buenos Aires, entre ellos el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Rogelio estaba en el lugar para acompañar a Barrientos en la inauguración del restaurante que se construyó en un viejo vagón de la Línea A de subtes que fue donado por el gobierno porteño.
En el momento en que se disponían a abrir el buffet, el piso donde estaban parados se vino abajo y la caída de los presentes fue inevitable. Frigerio logró caer de pie, al igual que Barrientos, y solo tuvieron algunos golpes leves.
Tranquila pero consternada por lo sucedido, Margarita Barrientos dijo que «la empresa que lo diseñó hizo mal el trabajo» y que el abogado Fernando Burlando presentará una demanda civil contra la empresa.
«La inauguración se demorará algunos días más. Un tropezón no es caída», indicó la dirigente social en diálogo con América, buscando desdramatizar la situación que empañó la apertura de su restaurante.
El local se encuentra a 30 metros de Los Piletones, el histórico comedor en el que Barrientos trabaja para darle de comer a cientos de chicos todos los días.
El local funcionará para turistas y vecinos de Villa Soldati, y lo recaudado será destinado a la fundación que lidera Margarita Barrientos.
El particular restaurante funcionará de lunes a viernes y tendrá un precio espacial para aquellos vecinos que son de la zona.
Luego del accidente, Oscar, uno de los hijos de Margarita Barrientos, aseguró que la empresa que realizó el diseño no los atiende y que se sienten una «enorme tristeza» por la situación que se vivió en el lugar.
«No fue una negligencia nuestra. Todos los proyectos que encaramos con la fundación, lo hacemos con absoluta seriedad», explicó en diálogo con Crónica. En ese sentido, afirmó que fue «un mal diseño de la empresa» y que el accidente le generó «una tristeza enorme».