Algunas consideraciones sobre el comunicado que difundio la mesa nacional de «Juntos por el Cambio» desde un bar de Palermo.
Definir como «fracaso» una estrategia sanitaria adoptada por el gobierno nacional, acompañada por las 24 jurisdicciones provinciales y sus municipios y sostenida con gran esfuerzo por todo el pueblo argentino. Una estrategia que privilegio fortalecer el devastado sistema sanitario del país (nos habían dejado sin ministerio de salud) en pos de evitar un colapso, como ocurrió en otras partes del mundo.
En segundo lugar, rechazan cualquier medida de cuidado caracterizándola como «restricciones excesivas y mal calibradas», no sólo sin que el gobierno nacional haya anunciado nada, sino en clara contradicción con lo que sostuvo el día de HOY el mismísimo Ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, afirmando que «es una segunda ola que lleva dos semanas, que tiene una aceleración muy intensiva y que tiene valores de números de casos muy altos» y «tiene un componente de edad joven y edad mediana muy intenso» y que por ello «tenemos que decidir algunas medidas de corte de restricción en el componente de la nocturnidad, en el componente del transporte público o en el control del transporte y en el componente de reuniones sociales, laborales y familiares en lugares de alto riesgo sobre todo entendiendo que tenemos por delante 3 o 4 semanas que son el momento más crítico de esta segunda ola».
O sea que mientras aquellos que sin ninguna responsabilidad de gestión política, como el ex Presidente Macri, la ex gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal o la Presidenta Nacional del PRO, Patricia Bullrich, afirman que «debemos defender la mayor normalidad posible», la máxima autoridad de salud del distrito que políticamente les dio origen sostiene todo lo contrario.
Pero lo más grave aún es que dicho comunicado lleve la firma del Jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, responsable político del distrito que en las últimas dos semanas tuvo una intensificación de casos positivos con valores máximos desde el inicio de la pandemia, allá por marzo del año pasado, alcanzando días con más de 2.000 casos confirmados y un promedio de 1.700 casos por día, tan sólo en la última semana. Un ejemplo de muestra: en el día de ayer se confirmaron 2.265 casos positivos y 12 fallecidos: con el 40% de las camas para casos graves ocupadas.
No es serio que los máximos responsables de las políticas de los últimos 4 años, que nos llevaron a un aumento estrepitoso de la deuda externa, generando solo con el FMI una deuda de 45 mil millones de dólares, que llevaron a que más de un tercio de los argentinos y argentinas se encuentren hoy bajo la línea de pobreza, que no sólo contribuyeran al cierre de fábricas y Pymes sino que hayan dejado al Estado nacional sin ministerio de trabajo. Ellos son ahora quienes, desde un bar de Palermo, nos dicen que no hay que cuidarse porque con ello están defendiendo la educación, el trabajo y las libertades del pueblo argentino. Y lo hacen en una ciudad que teniendo el presupuesto más alto del país no ha desarrollado ninguna política que complemente la ayuda económica que brindó el gobierno nacional a las y los trabajadores mediante el IFE y el ATP.
Es lamentable que la dirigencia opositora de «Juntos por el Cambio» haya sucumbido a la conducción de la línea más dura que sin responsabilidades concretas de gestión privilegie la especulación política y la coyuntura electoral.
Aquellas/os que tenemos responsabilidades políticas seguiremos apoyando a todos y cada uno de los gobiernos provinciales y locales que seriamente trabajan para que salgamos más unidas/os y más solidarias/os del difícil contexto sanitario y social en el que nos encontramos.