En las últimas horas, la Policía de la Ciudad logró detener en el barrio porteño de Palermo a un masculino de 28 años que tenía numerosas pastillas de éxtasis en su poder, listas para ser comercializadas.
De esta manera, el ministro de Justicia y Seguridad, Eugenio Burzaco subrayó: «El tráfico y consumo de drogas representan un peligro al que estamos combatiendo desbaratando bandas, clausurando bunkers y atacando al narcomenudeo para sacar las drogas de las calles, -esta pelea la damos todos los días, y procedimientos como estos son la muestra, estas pastillas no van a intoxicar a nadie».
En relación con el caso, Personal de la División Investigaciones Drogas de Diseño y Precursores Químicos, que se encontraba realizando una investigación en el marco de la captura de un prófugo con intervención del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Número 11, al llegar a la intersección de la avenida Córdoba con la calle Bonpland, en una plazoleta, observó a un individuo sentado en un banco manipulando una bolsa y mirando en todas las direcciones.
Entonces, esa actitud alertó a las autoridades, que sospechando que podría tratarse de algún ilícito, se acercaron al sujeto y procedieron a identificarlo, luego de constatar que se trataba de un hombre de 28 años con domicilio en la provincia de Buenos Aires, los oficiales lo requisaron encontrando entre sus pertenencias 50 pastillas de éxtasis, 2 teléfonos celulares, la suma de 25.960 pesos y 31 dólares estadounidenses.
Finalmente, la Unidad de Flagrancia Norte, a cargo de la doctora Narda Arnaudo, dispuso la detención y traslado del imputado, como así también el secuestro de los elementos encontrados.
Subrayando, la Justicia ordenó la constatación del domicilio del detenido de manera encubierta con el fin de investigar discretamente si se trataba de un trabajo realizado por una banda y determinar el origen de los estupefacientes, -se labraron actuaciones por “infracción a la Ley 23.737 (Ley de Drogas)”.
Riesgos y Consecuencias en el consumo de Éxtasis
Este tipo de drogas, produce de forma inmediata, numerosos efectos adversos para la salud, desde náuseas, escalofríos, sudoración, visión borrosa o contractura involuntaria de los músculos de la mandíbula, hasta la muerte ocasionada por sobredosis.
Luego, en las horas siguientes al consumo de la droga se produce una reducción de ciertas habilidades mentales, en especial de la memoria y de la capacidad del individuo para procesar la información, lo que aumenta el riesgo de accidentes asociados a la conducción.
Otro dato interesante, es la relación del éxtasis a una gran actividad física, como bailar durante horas, puede dar lugar al “golpe de calor” que consiste en un aumento de la temperatura corporal que puede provocar un fallo renal, -también, en consumidores susceptibles, puede producir deshidratación, hipertensión y fallo cardiaco, así como ansiedad, agitación y comportamientos violentos o de riesgo.
Las personas que consumen de forma crónica esta droga, suelen sufrir daño en los procesos de atención, concentración y abstracción, pérdida de memoria, disminución del interés por el sexo, pérdida de apetito y una mayor frecuencia de alteraciones psiquiátricas como ansiedad, depresión, sintomatología obsesiva, ideación paranoide o trastornos del sueño.
Por otro lado, según algunos estudios sugieren la posibilidad de que estos efectos no deseados de larga duración, que no desaparecen con periodos de abstinencia prolongados, ocurran tanto en casos de consumo habitual como de consumo esporádico, factores como la edad de inicio en el consumo, la dosis, la frecuencia, el uso simultáneo de otras drogas, así como otros factores ambientales y genéticos, son determinantes en la magnitud de los efectos crónicos producidos.