El grupo colectivo de Palermo Resiste presentó en la Legislatura porteña un nuevo proyecto con respecto a las alturas de las construcciones habilitadas por el nuevo Código Urbanístico.
Vecinos y vecinas se organizan en colectivos, asambleas, en cada esquina de la comuna 14 para preguntarse preguntan ¿hasta cuándo? y seguida de eso, un reclamo y una expresión de lucha. Sin embargo, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se defiende con la modernización de las grandes metrópolis alrededor del mundo.
Para expandir mucho más sobre este tema , hablamos con Martin Rodriguez Rivas, integrante de Palermo Resiste @palermoresite en instagram – un colectivo de vecinos socioambiental en defensa del barrio – donde abordamos el proyecto de ley como una de las principales temáticas.
– Bienvenido Martin, gracias por la entrevista. ¿Pensar que como grupo colectivo de Palermo Resiste que les preocupa?
– Mira lo que nos está preocupando a nosotros como grupo, es el código urbanístico, aquel que se aprobó en el año 2018 y que recién en este año, tras varios informes estamos viendo el desastre que nos deja. Los vecinos se fueron uniendo al reclamo y presentamos el proyecto de ley donde pedimos que se revea el código y que sea de participación democrática.
– ¿Cuáles son las dificultades y el porqué de esto?
– En simples líneas, esto atenta con la identidad del barrio, con la superficie a construir en un futuro, esta superficie que se amplía y a la vez, disminuye la capacidad de absorción del suelo. Atenta con el espacio de biodiversidad, como por ejemplo los pulmones de manzanas, aquel que vive en un barrio común, ve que los pulmones de manzanas sirven para que se pueda respirar. Aca no se ve. Se tiene que ocupar del problema ambiental que subsiste.
– ¿Con qué barrios se fueron tomando de referencia o en su debido quienes acompañan?
– El barrio River es un ejemplo en el cual, los vecinos se movilizaron y pudieron aprobar su proyecto de ley en el Poder Ejecutivo. Aca en Palermo, Villa del Parque, Villa Devoto no se puede. El polo gastronómico de Arenales, trae la ocupación del espacio público que antiguamente no estaba.
– ¿Cuánto hay de esto en el negociado que hace el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, por las construcciones que se realizan?
– El principal problema es el déficit habitacional, que por ejemplo, lo podemos vincular con la ley de alquileres. Estas construcciones son temporales, en el caso de Palermo Viejo, es un boom turístico y las viviendas se utilizan solamente para rentar o ociosas, sin abordar el problema ambiental que tiene la Ciudad.
– Es la modernización la que lleva a este 2023 donde se rompe vínculos con la vecindad, con el que conoces, es un colonialismo sin precedentes. ¿Cómo lo ves vos?
– Exacto, justamente es lo que tratamos de poner en valor. La identidad del barrio, nuestro Palermo resiste atesora esto y queremos que esta problemática sea de la comuna y para la comuna. Nosotros queremos un diálogo, nos prometió el Secretario de Desarrollo Urbano de la Ciudad una reunión que se viene pateando desde febrero.
El proyecto de ley
Con 110 páginas, mapas y gráfico se revela este proyecto de ley que más de 180 edificaciones, emprendimientos más de 50 demoliciones de casas y 130 casas se pusieron en venta porque los vecinos y vecinas ya no quieren vivir en un barrio inseguro, no por los robos, sino por su infraestructura.
El proyecto abarca dos polígonos, uno ubicado en la zona de Palermo Viejo, delimitados en la Avenida Córdoba y Scalabrini Ortiz, las calles Guatemala y Godoy Cruz y el otro pegado a este, por Paraguay, Mario Bravo y Avenida Coronel Díaz hasta las avenidas mencionadas anteriormente.
Acompañada por la ex legisladora y ex titular del INADI, Maria Jose Lubertino que siendo vecina de Palermo expresó en fuentes locales que es una damnificada de la situación ya que es cercana a la Plaza Armenia. Uno de los lugares donde empezaron las demoliciones sin consulta por parte de constructoras que son defendidas por el Gobierno de la Ciudad.