En medio de una ola de calor y bajo la vista de un móvil en vivo de TN, un joven sorprendió a todos al arrojarse a los lagos de Palermo, a pesar de que está estrictamente prohibido nadar allí por razones de seguridad.
El incidente ocurrió este lunes, cerca del mediodía, cuando el periodista Alan Ferraro observó al joven nadando en uno de los lagos mientras realizaba una cobertura en vivo del día caluroso.
El joven, vistiendo un short y zapatillas pero con el torso desnudo, desoyó las advertencias y carteles que prohíben bañarse en el lago.
A pesar de los riesgos, que incluyen la presencia de objetos peligrosos en el fondo del lago, como vidrios y botellas, el joven continuó nadando despreocupado, incluso haciendo piruetas y saludando a la cámara.
El cronista de TN expresó su sorpresa ante la escena, destacando lo peligroso de la acción, tras varios minutos de nado, un oficial de la Policía de la Ciudad intervino para pedirle que saliera del agua.
El joven finalmente acató la orden y salió del lago, donde lo esperaba otro muchacho, retirándose del lugar sin mayores incidentes.
Este tipo de comportamiento, aunque anecdótico, recuerda la importancia de respetar las normas de seguridad en espacios públicos, especialmente en lugares que no están habilitados para actividades recreativas como el nado.
Los lagos de Palermo, además de ser un ícono de la ciudad, no son aptos para bañistas debido a los riesgos que representan.
Nadar en los lagos de Palermo está prohibido por varias razones, principalmente relacionadas con la seguridad y la salud pública:
Contaminación del agua: Los lagos de Palermo no están diseñados ni acondicionados para actividades recreativas como el baño.
El agua no recibe el mismo tratamiento que la de piscinas o áreas naturales habilitadas para nadar, lo que podría conllevar riesgos de contraer infecciones o enfermedades.
Objetos peligrosos en el fondo: Los lagos pueden contener basura, vidrios rotos, botellas y otros objetos sumergidos que representan un riesgo físico para quienes se metan en el agua, aumentando la posibilidad de cortes o accidentes.
Seguridad general: Estos cuerpos de agua no tienen supervisión ni salvavidas, lo que incrementa el peligro de accidentes. Además, los lagos no están diseñados con las medidas necesarias para garantizar una salida segura en caso de que alguien tenga problemas al nadar.
Preservación del entorno: Los lagos de Palermo son parte de un entorno paisajístico y ecológico que busca preservar la flora y fauna del lugar. Nadar en ellos podría afectar tanto la calidad del agua como el hábitat de las especies que allí habitan.
Por estas razones, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires prohíbe el nado en los lagos de Palermo, promoviendo su disfrute desde sus márgenes como un espacio recreativo pero sin contacto directo con el agua.