Por primera vez en 47 años, el Estadio Monumental de Núñez, emblema del fútbol argentino y hogar de River Plate, será sede de la final única de la Copa Libertadores.
Este evento, esperado por millones de fanáticos, traerá un despliegue monumental de infraestructura y logística para albergar a más de 83,000 espectadores en un escenario totalmente renovado. «Es un orgullo inmenso para el país y para los hinchas ver el Monumental en la final de la Copa Libertadores.
Será un espectáculo de nivel internacional en nuestra propia casa», comentó Rodolfo D’Onofrio, expresidente de River Plate, en relación al histórico acontecimiento.
El próximo 4 de noviembre, el Estadio Monumental será el epicentro del fútbol sudamericano cuando reciba la final de la Copa Libertadores de América, que enfrenta a los mejores equipos del continente en un único partido para definir al campeón.
Desde su inauguración en 1938, el Monumental ha sido testigo de momentos icónicos del deporte, pero este es el primer evento de su tipo que se llevará a cabo aquí desde la adopción del formato de final única en 2019.
Los preparativos incluyen no solo un detallado acondicionamiento del estadio, sino también un operativo de seguridad y logística diseñado para recibir a miles de hinchas locales y extranjeros.
El Monumental, remodelado en varias etapas durante los últimos años, ha sido sometido a las siguientes mejoras para estar a la altura del desafío:
Capacidad ampliada: con una capacidad actual de más de 83,000 espectadores, el Monumental es el estadio más grande de Sudamérica.
Los trabajos recientes incluyeron nuevas tribunas bajas que acercan aún más al público al campo de juego.
Tecnología de punta: en las últimas renovaciones, el Monumental incorporó pantallas LED de gran tamaño, sonido de alta calidad y una mejora en la conectividad dentro del estadio, elementos fundamentales para una experiencia al nivel de los estándares internacionales.
Infraestructura de servicios: también se optimizaron las instalaciones con nuevos accesos, baños y puestos de comida. «Queremos que cada espectador tenga una experiencia cómoda y de calidad. Se han redoblado esfuerzos en modernizar cada rincón del estadio», expresó un representante de River Plate.
Desde la CONMEBOL, se ha señalado que Buenos Aires fue elegida como sede por su historia futbolística y su capacidad organizativa. «El Monumental es un templo del fútbol, un lugar donde cada partido se convierte en una fiesta. Esta final será un evento para recordar», comentó un vocero de la organización.
Operativo de Seguridad y Logística
Además de las renovaciones, la seguridad será un aspecto fundamental. Más de 3,000 efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires se desplegarán en torno al estadio, con un fuerte control en los accesos y en las rutas de llegada de las hinchadas.
En cuanto al transporte, se establecerán zonas exclusivas para hinchas de cada equipo, y se dispondrá de operativos especiales en estaciones de tren y subte cercanas al estadio para facilitar la llegada y descongestionar las áreas alrededor del Monumental.
La Pasión del Público y las Expectativas
Para muchos hinchas, la oportunidad de ver la final en el Monumental es una ocasión única. Argentina, y especialmente Buenos Aires, es un punto de encuentro de hinchadas de todo el continente, que encontrarán en el Monumental un escenario que combina tradición y modernidad.
«La final de la Libertadores en el Monumental es más que un partido; es una celebración del fútbol sudamericano», comentaron desde la organización, enfatizando el significado histórico del evento.
Así, el Monumental se convierte en el epicentro del fútbol sudamericano, en una final que marcará un antes y un después para la Copa Libertadores y para el fútbol argentino.
Con un escenario renovado y una organización sin precedentes, la mítica cancha de Núñez promete una noche inolvidable para el continente.
La final de la Copa Libertadores 2024 enfrentará a dos equipos brasileños: Atlético Mineiro y Botafogo.
Este emocionante partido tendrá lugar el 30 de noviembre en el estadio Monumental de Buenos Aires, una de las sedes más icónicas de América Latina para eventos futbolísticos.
Ambos clubes, aunque vienen de trayectorias distintas, han demostrado solidez y calidad en su camino hacia esta instancia final.
Atlético Mineiro alcanzó la final tras una actuación destacada a lo largo del torneo, imponiéndose en su grupo y en fases eliminatorias ante rivales de peso.
Con una sólida defensa y un ataque versátil, superó a equipos como Boca Juniors en cuartos y Palmeiras en semifinales.
Su juego ha sido caracterizado por una buena posesión y presión alta, atributos que le han permitido imponerse en partidos decisivos.
Botafogo, por su parte, sorprendió con un rendimiento sobresaliente que desafió las expectativas. Consiguió eliminar en su camino a la final a rivales como Fluminense y Flamengo, mostrando un estilo de juego con transiciones rápidas y una defensa efectiva.
Su capacidad para resistir la presión en momentos claves fue crucial en semifinales, donde logró superar a su oponente en un partido muy disputado.
Esta final marca un momento significativo para el fútbol sudamericano, con el Monumental de Buenos Aires como escenario, el cual recibirá nuevamente una final de Libertadores tras varias décadas.