Con colchonetas coloridas, aromas a sahumerios y un profundo respeto por el cuerpo y la mente, cientos de personas se reunieron en el Parque Olímpico de Villa Soldati para conmemorar el Día Internacional del Yoga.
La jornada, organizada por la Embajada de la India junto a la Secretaría de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires, combinó meditación, posturas clásicas (asanas), música en vivo y una feria cultural que acercó a los asistentes a las tradiciones milenarias de la India.
“Es un privilegio celebrar este día en nuestro Parque Olímpico junto a la Embajada de India en nuestro país. En la Ciudad cada vez más personas practican yoga y nuestro plan es seguir promoviendo una vida más sana a través de la actividad física”, expresó el Secretario de Deportes porteño, Fabián “Chino” Turnes, durante el acto inaugural.
El yoga, originario de la India hace más de 5.000 años, ha logrado traspasar fronteras culturales y geográficas. Su reconocimiento global llegó en 2014, cuando la Asamblea General de la ONU declaró el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga.
Desde entonces, ciudades de todo el mundo se suman a la conmemoración con actividades abiertas y gratuitas. Buenos Aires no fue la excepción, y este año eligió el Pabellón América del Parque Olímpico como epicentro de una jornada única.
En el evento estuvieron presentes el embajador de la India en Argentina y Uruguay, Dinesh Bhatia, uno de los principales impulsores de la iniciativa; la ministra de Educación porteña, Mercedes Miguel; el jefe de Gabinete de Ministros de la Ciudad, Gabriel Sánchez Zinny; y autoridades de la comunidad india residente en el país.
Con entrada libre, el encuentro recibió a practicantes de todos los niveles, desde quienes llevan años en esta disciplina hasta quienes recién daban sus primeros pasos.
Hubo una clase magistral que combinó distintos estilos de yoga, desde hatha hasta vinyasa, y se promovió la conexión mente-cuerpo como eje central de la práctica.
El yoga es mucho más que un conjunto de posturas: es una forma integral de habitar el mundo. A través del control de la respiración (pranayama), la meditación, la atención plena y el movimiento consciente, esta práctica milenaria ayuda a reducir el estrés, mejorar la salud cardiovascular, incrementar la flexibilidad y promover un estado general de bienestar.
“En estos tiempos acelerados, el yoga nos ofrece una pausa necesaria. No sólo mejora nuestra salud física, sino que nos invita a conectar con nuestro interior y con los demás”, señaló el embajador Bhatia, quien también compartió una breve meditación guiada con los asistentes.
El evento fue acompañado por una feria que incluyó puestos gastronómicos con platos típicos de la India —como samosas, curry, chai y dulces tradicionales— y stands de artesanías, literatura, ropa y objetos relacionados con la filosofía oriental. El color, los mantras, la música y los aromas hicieron del encuentro una verdadera experiencia sensorial.
La celebración en Villa Soldati no fue un hecho aislado. El Gobierno porteño viene impulsando desde hace años iniciativas que promueven la vida saludable y el bienestar integral.
Uno de los programas destacados es Plazas Activas, que ofrece clases gratuitas de yoga y otras disciplinas como gimnasia suave, ritmos y stretching en parques y espacios públicos de distintos barrios.
Estas actividades se desarrollan durante todo el año y están coordinadas por profesores especializados. Entre los espacios más concurridos se destacan el Rosedal de Palermo, Parque Chacabuco, Parque Saavedra, Parque Centenario y Parque Patricios. La propuesta está pensada para todas las edades y no se necesita experiencia previa para participar.
Según datos oficiales, más de 30.000 personas participaron de las actividades de Plazas Activas durante el último año. “Nuestro objetivo es que el espacio público sea un lugar de encuentro, salud y comunidad”, afirmó Sánchez Zinny.
En el marco del Día Internacional del Yoga, se reforzaron las clases específicas en estos parques con el fin de continuar promoviendo la disciplina.
La celebración también tuvo un componente simbólico: el fortalecimiento de los lazos culturales entre Argentina e India. “El yoga no es sólo patrimonio de la India, sino un regalo que hemos compartido con el mundo.
Hoy vemos con alegría cómo esta práctica es adoptada por millones de personas en todos los continentes”, comentó el embajador Bhatia.
En el cierre, un ensamble de músicos interpretó piezas tradicionales de la India fusionadas con ritmos latinoamericanos, como una forma de mostrar que el intercambio cultural puede generar nuevas armonías.
La comunidad india en Buenos Aires, que crece año a año, participó activamente de la jornada, aportando su saber, gastronomía y hospitalidad.