Una pareja que había asaltado a mano armada a una mujer en Palermo terminó detenida tras una persecución policial que culminó en la intersección de Figueroa Alcorta e Intendente Pinedo.
El rápido accionar de la Policía de la Ciudad permitió frustrar la fuga y recuperar los elementos robados.
En pocos minutos logramos dar con los sospechosos gracias al alerta inmediato de la víctima y a la coordinación de los móviles en la zona, señalaron fuentes de la fuerza porteña, destacando la importancia de la respuesta rápida en este tipo de episodios.
El violento hecho ocurrió en la tarde del jueves, cuando una mujer de 44 años caminaba por la zona de las avenidas Figueroa Alcorta y Dorrego, en pleno barrio de Palermo, un área reconocida por su tránsito constante de vecinos, turistas y deportistas que suelen utilizar los parques cercanos.
Allí fue sorprendida por un hombre armado que, junto a una cómplice, la amenazó y le sustrajo sus pertenencias.
Tras el robo, la víctima logró dar aviso inmediato al 911, lo que permitió que el Comando de la Policía de la Ciudad emitiera un alerta radial.
Un móvil que patrullaba las inmediaciones identificó rápidamente a los sospechosos mientras huían por Figueroa Alcorta hacia Intendente Pinedo.
La persecución culminó cuando los oficiales interceptaron a los delincuentes y procedieron a reducirlos. En el operativo constataron que el hombre portaba un revólver calibre .22 con el martillo montado, lo que evidenciaba la peligrosidad del hecho, ya que el arma estaba lista para ser disparada.
Los detenidos fueron identificados como un ciudadano peruano de 37 años, en situación de calle, y una joven argentina de 23 años con domicilio en la localidad bonaerense de Grand Bourg. Ambos fueron trasladados a una dependencia policial, donde quedaron a disposición de la Justicia.
Durante el procedimiento, además del arma, se incautaron tres teléfonos celulares y la suma de 20.600 pesos en efectivo. Estos elementos habrían sido robados en el mismo hecho o podrían estar vinculados a otros ilícitos, hipótesis que ahora deberá investigar la fiscalía.
El caso quedó en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°21, a cargo del doctor Marcos Fernández, quien dispuso la detención de los acusados y el secuestro de todos los objetos hallados. Desde la Secretaría N°165, encabezada por el doctor Rinaldi, se instruyen las primeras medidas judiciales.
Este episodio se suma a otros hechos de inseguridad que se registraron en Palermo durante los últimos meses.
Vecinos y comerciantes han manifestado en reiteradas oportunidades su preocupación por la modalidad de robo conocida como “motochorros” y por la presencia de grupos delictivos que operan en cercanías de parques y avenidas de gran circulación.
En ese sentido, la Policía de la Ciudad sostiene que los patrullajes se han intensificado en puntos estratégicos como la avenida del Libertador, el Rosedal, Plaza Italia y alrededores del Hipódromo.
Sin embargo, reconocen que la extensión de Palermo y su movimiento constante hacen difícil cubrir todos los sectores de manera simultánea.
La captura de esta pareja refuerza, según fuentes policiales, la idea de que los controles y la respuesta rápida ante llamados al 911 resultan fundamentales para disminuir el tiempo de acción de los delincuentes y evitar que los robos deriven en consecuencias más graves.
Aunque no trascendieron mayores detalles, los investigadores confirmaron que el hombre detenido tenía antecedentes vinculados a delitos contra la propiedad.
Su situación de calle lo mantenía en una condición de alta vulnerabilidad social, algo que suele ser un denominador común en muchos de los casos que llegan a los tribunales.
La joven de 23 años, en tanto, no tendría antecedentes judiciales firmes, aunque los investigadores buscan determinar si formaba parte de un circuito delictivo más amplio o si se trató de una participación aislada.
Ambos quedaron imputados por robo agravado por el uso de arma de fuego, un delito que contempla penas severas.
El hecho generó malestar entre vecinos y transeúntes que se encontraban en la zona al momento de la detención.
“Es una locura que te roben así en pleno día y con tanta gente alrededor”, comentó una mujer que presenció la persecución.
Otros remarcaron que Palermo, pese a su perfil turístico y cultural, no escapa a la problemática de la inseguridad que atraviesa a toda la Ciudad de Buenos Aires.
Lo cierto es que, más allá de la rápida respuesta policial y la detención de los implicados, el caso vuelve a poner sobre la mesa la discusión sobre la seguridad urbana y la necesidad de reforzar los controles en barrios de alta circulación.
Como cronista, me queda claro que la eficacia de un operativo puntual no logra disipar la sensación de temor que se multiplica cada vez que un vecino es víctima de un robo a mano armada.
Palermo, como tantos otros rincones porteños, parece seguir reclamando una respuesta de fondo que vaya más allá de la captura circunstancial de los delincuentes.