En una ceremonia cargada de emoción y significado para la cultura argentina, el Instituto Cervantes de Madrid recibió parte del legado de María Elena Walsh y Sara Facio, dos figuras fundamentales del arte y la literatura nacional.
Los objetos, manuscritos y fotografías quedarán resguardados en las emblemáticas Cajas de las Letras, donde reposan los tesoros culturales más valiosos del mundo hispano.
Lo que dejamos hoy aquí no es solo memoria, sino identidad. Es un pedazo de lo que somos, de lo que soñamos, de lo que aprendimos de María Elena y de Sara, expresó con visible emoción Gabriela Ricardes, ministra de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, durante el acto que reunió a autoridades, artistas y referentes culturales en el corazón de Madrid.
El evento, organizado por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires en conjunto con la Fundación Walsh-Facio y el Instituto Cervantes, formó parte del programa Buenos Aires en Madrid, una iniciativa que busca fortalecer los lazos culturales entre ambas capitales y proyectar la identidad porteña en escenarios internacionales.
La ceremonia tuvo lugar en la sede central del Instituto Cervantes, donde se preservan legados de escritores, músicos y artistas iberoamericanos de renombre.
En esta ocasión, Argentina entregó parte del acervo de dos mujeres imprescindibles para entender la sensibilidad, el pensamiento y la mirada artística del país: María Elena Walsh, autora de clásicos como El Reino del Revés y Como la cigarra; y Sara Facio, una de las fotógrafas más influyentes de América Latina.
Ricardes destacó el carácter simbólico del acto: “No solo depositamos libros, fotos o manuscritos, sino un legado de inspiración. Walsh y Facio moldearon nuestra manera de ver el mundo, de reírnos de nosotros mismos, de pensar la libertad y de entender la belleza en lo cotidiano”.
La caja destinada a María Elena Walsh contiene reediciones de El Reino del Revés, Poemas y canciones y El feminismo, junto a una copia manuscrita original de Como la cigarra y una pequeña escultura en malaquita de la entrañable tortuga Manuelita, símbolo de generaciones enteras.
Por su parte, el legado de Sara Facio incluye una serie de fotografías en blanco y negro de escritores galardonados con el Premio Nobel de Literatura —entre ellos Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Mario Vargas Llosa, Pablo Neruda y Miguel Ángel Asturias— además de tres retratos icónicos: Jorge Luis Borges en la Biblioteca Nacional, Julio Cortázar con su clásico cigarrillo y una sonriente María Elena Walsh, capturada desde la amistad y el arte.
El acto contó también con la presencia de Carmen Noguero Galilea, secretaria general del Instituto Cervantes, y Graciela García Romero, presidenta de la Fundación Walsh-Facio, quien participó de una conversación pública con el periodista Maximiliano Legnani sobre la importancia de preservar el patrimonio cultural argentino en el exterior.
García Romero subrayó: “Este gesto trasciende lo simbólico. Es la confirmación de que nuestra cultura tiene raíces profundas y alas amplias. El legado de María Elena y de Sara seguirá inspirando a generaciones de lectores, fotógrafos y soñadores”.
La ceremonia tuvo su cierre con un homenaje musical que conmovió a los presentes. La cantante Sandra Mihanovich interpretó algunas de las composiciones más queridas de Walsh, como Serenata para la tierra de uno y Como la cigarra, acompañada por los actores del espectáculo Cuentopos de Gulubú, una obra teatral que rinde tributo a la escritora.
Antes, la artista Rosa León había recitado un poema en honor a ambas creadoras, mientras el auditorio del Cervantes se llenaba de aplausos y recuerdos. “María Elena y Sara fueron dos maneras distintas de mirar el país, pero ambas compartían un amor inmenso por lo que somos”, expresó León.
El público, compuesto por diplomáticos, artistas y representantes de la colectividad argentina en España, vivió la jornada con emoción. Muchos destacaron la relevancia de que la obra de estas dos mujeres quede preservada junto a los mayores exponentes de la cultura iberoamericana.
El programa Buenos Aires en Madrid, impulsado por el Ministerio de Cultura porteño, tiene como objetivo generar espacios de intercambio artístico y visibilizar la potencia cultural de la Ciudad.
En el último año, esta iniciativa llevó muestras de arte contemporáneo, ciclos de cine y presentaciones de literatura argentina a distintos espacios madrileños.
Con este nuevo gesto, se consolida un vínculo histórico entre ambas ciudades, hermanadas por su idioma, su pasión por la música y la literatura, y por una identidad compartida que traspasa fronteras.
“Guardar la obra de Walsh y Facio en el Cervantes no es solo una forma de homenaje. Es un modo de asegurar que su legado siga vivo, que sus voces sigan sonando en los libros, las canciones y las imágenes de quienes vendrán”, sostuvo Ricardes al finalizar el encuentro.
Las Cajas de las Letras del Instituto Cervantes son una cámara acorazada ubicada en el subsuelo de su sede central, donde se conservan legados de figuras emblemáticas como Mario Vargas Llosa, Pablo Neruda, Antonio Gala, Nicanor Parra y José Saramago, entre muchos otros.
Cada caja se abre en una fecha previamente establecida, como una cápsula del tiempo destinada a las futuras generaciones.
Ahora, el legado de dos mujeres argentinas se suma a esa colección que preserva lo mejor de la cultura hispana.
El reconocimiento llega en un contexto de creciente revalorización del aporte femenino a las artes y las letras, una lucha que ambas artistas defendieron con convicción a lo largo de sus vidas.
Con este gesto simbólico, Buenos Aires y Madrid reafirman su unión cultural. María Elena Walsh y Sara Facio, cada una desde su arte, siguen enseñándonos que la memoria no se guarda: se comparte.
Su legado, ahora resguardado en el corazón de España, late como un testimonio eterno de la identidad argentina.
