A partir del 6 de diciembre, la Ciudad introduce un cambio clave en la modalidad de estacionamiento sobre la Avenida Belgrano con el objetivo de ordenar el tránsito y mejorar la circulación en una de las arterias más utilizadas del corredor centro-oeste.
La medida, orientada especialmente a los fines de semana y feriados, busca aprovechar de manera más eficiente el espacio disponible y reducir los históricos congestionamientos del área.
Necesitamos que las avenidas fluyan y que el estacionamiento deje de ser un factor de conflicto —explicaron desde el Ministerio de Transporte porteño—. Este ajuste en Av. Belgrano apunta justamente a garantizar maniobras más seguras y un tránsito más previsible.
La decisión, que comenzará a regir desde el 6 de diciembre, establece que los sábados, domingos y feriados se podrá estacionar exclusivamente a 45° y de culata sobre mano izquierda en el tramo comprendido entre Avenida Jujuy y Avenida Entre Ríos.
Se trata de un sector de intenso movimiento, donde conviven líneas de colectivos, comercios, establecimientos educativos y vehículos particulares que utilizan la vía como conexión rápida entre Balvanera, San Cristóbal y Monserrat.
Según fuentes del área de Movilidad, el cambio responde a la necesidad de reordenar una franja horaria donde el estacionamiento suele saturarse, afectando la fluidez de los colectivos y generando demoras en los cruces semafóricos.
Actualmente, los fines de semana se registran picos de ocupación superiores al 95%, lo que provoca maniobras improvisadas, doble fila ocasional y pérdida de visibilidad para quienes ingresan o salen de los garajes privados del corredor.
La nueva modalidad busca precisamente minimizar esos riesgos. Desde la Secretaría de Transporte detallaron que el estacionamiento en 45 grados y de culata permite aprovechar mejor la calzada, incrementando la capacidad del sector sin afectar el paso vehicular.
Experiencias similares aplicadas en otras avenidas porteñas —como algunas zonas de Caballito y Villa Urquiza— mostraron mejoras de hasta un 25% en el flujo promedio durante los fines de semana.
Para garantizar un uso seguro y adecuado del espacio, se solicita a los conductores que respeten las entradas y salidas vehiculares, dejando al menos un metro libre a cada lado del rebaje, y que realicen la maniobra de estacionamiento con la precaución necesaria.
Las autoridades enfatizan que esta modalidad no se aplica de lunes a viernes, cuando continúa vigente la normativa general de avenidas que prohíbe estacionar entre las 7 y las 21 h.
El cambio también responde a un enfoque más amplio en la política urbana porteña: reorganizar el estacionamiento en superficie para mejorar la circulación sin necesidad de ampliar calzadas ni reducir veredas.
Se trata, explican los especialistas, de administrar de manera más inteligente el espacio público, priorizando la seguridad vial y el ordenamiento general de la movilidad.
Vecinos y comerciantes de la zona manifestaron opiniones diversas. Mientras algunos celebran que la nueva disposición derive en más lugares disponibles para quienes visitan la zona los fines de semana, otros señalan que será clave una adecuada señalización y fiscalización, especialmente durante las primeras semanas de implementación.
“Si está bien señalizado, va a funcionar. De lo contrario, muchos van a estacionar como siempre”, advirtió un comerciante de Balvanera que depende del flujo de clientes en horario de sábado.
Desde el Gobierno porteño aseguraron que durante los primeros días habrá presencia de agentes de tránsito, cartelería provisoria y comunicación intensiva para que la transición sea clara.
También se prevé monitoreo con cámaras urbanas para analizar el comportamiento del flujo vehicular y realizar ajustes si fueran necesarios.
El objetivo final, remarcan, es agilizar la circulación, mejorar la visibilidad en cruces y accesos, y optimizar el uso del espacio en una avenida que supera ampliamente las 25.000 circulaciones diarias.
En un contexto donde la movilidad urbana enfrenta desafíos crecientes, cada metro de calzada puede marcar la diferencia entre un tránsito fluido y un embudo permanente.
Con la entrada en vigencia de esta medida, Av. Belgrano inaugura un esquema pensado para mejorar la dinámica de los fines de semana y ordenar uno de los corredores más cargados de la Ciudad.
El tiempo y la adaptación de los conductores determinarán el impacto real de esta modificación en la vida cotidiana del barrio y en la circulación general.
