Un salteño fabricó una moto que funciona con agua salada en lugar de nafta.
Su proyecto no contamina el medio ambiente ni requiere de dinero para llenar el tanque.
Mientras los precios de los combustibles no paran de subir, en Campo Santo, Salta, un hombre revoluciona el sistema del transporte: Juan Enrique Siclera armó un motor para motocicleta que funciona con agua salada.
Es gomero y confiesa que el concepto lo vio años atrás en Alemania. Desde 2002 que intenta armar una moto así, junto a su hermano.
Pero cuando su hermano murió, dejó el proyecto paralizado. Lo retomó recién ahora.
En su taller, sus compañeros lo filmaron y enseguida el video se volvió viral. Se ve como quiere arrancar y el motor lo hace sin problemas.
Según comenta, recibió algo de apoyo económico del municipio de Campo Santo. Antes intentó conseguir financiamiento del Banco Nación, donde lo trataron de loco.
Conoció el método hace 16 años cuando se hizo amigo de un argentino trabajando en Alemania. “Entablamos una amistad y nos pasó algo que era novedoso para nosotros.
Hicimos hace 16 años la primera celda de oxígeno y dio resultado, hoy por hoy hago la segunda celda y los changos sin querer mi filmaron y lo pusieron en Internet,” dijo.
“Es muy minucioso, cada cosita tiene que estar en su lugar, sino no funciona.
Esta es la tecnología que vamos a tener unos cuantos años más.
Cualquier lo puede armar, cualquiera que tenga en su cabeza idea y ganas de trabajar, pero requiere mucho tiempo, mucho pensamiento,” subrayó.
En un principio su idea no es comercializarlo, sino que fue un simple experimento que el intentó ir mejorando desde sus conocimientos.