Desde la noche del jueves 11 de septiembre y hasta la mañana del domingo 14, una parte del barrio de Floresta se verá alterada por cortes de tránsito y desvíos.
El motivo: un esperado evento musical en el estadio Islas Malvinas de All Boys, que promete convocar a miles de personas y transformar la rutina habitual de la zona.
“Estamos trabajando para garantizar la seguridad y el orden durante todo el operativo”, anticiparon desde la Comuna 10, donde se confirmó el despliegue de agentes de tránsito, efectivos policiales y personal de emergencias para acompañar la masiva convocatoria.
El perímetro con restricciones abarca las calles Sanabria, Juan Agustín García, Bahía Blanca y avenida Álvarez Jonte.
Allí, el tránsito vehicular estará interrumpido desde las 23 horas del jueves 11 hasta las 8 del domingo 14, lo que significa que durante tres jornadas los vecinos deberán reorganizar sus desplazamientos y prever demoras en los alrededores.
Según trascendió, el operativo se diseñó en conjunto entre el club All Boys, las productoras responsables del show y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de evitar incidentes y facilitar la circulación tanto de los asistentes como de los residentes de la zona.
La magnitud del evento obligó a disponer controles adicionales de alcoholemia, vallados de seguridad y accesos diferenciados para el público general, los proveedores y la prensa acreditada.
La expectativa es grande: se espera una asistencia que podría superar las 40 mil personas a lo largo de los tres días de actividad. “Será uno de los espectáculos más convocantes de los últimos años en Floresta”, señalaron fuentes vinculadas a la organización.
No solo se trata de un recital de relevancia internacional, sino también de una oportunidad económica para el barrio: comerciantes gastronómicos y almacenes de las inmediaciones proyectan un aumento en sus ventas durante todo el fin de semana.
No obstante, también hay voces críticas. Algunos vecinos manifestaron su preocupación por los ruidos, la basura y las dificultades para ingresar o salir de sus hogares. “Nos gusta que haya movimiento, pero a veces sentimos que no se tiene en cuenta el día a día de quienes vivimos acá”, expresó Marta, una vecina de la calle Bahía Blanca.
En contraste, otros habitantes de la zona celebran la llegada del show, convencidos de que pone a Floresta en el mapa cultural de la Ciudad.
Más allá de la polémica, el estadio Islas Malvinas vuelve a ser epicentro de un evento multitudinario. El club All Boys, con capacidad para alrededor de 25 mil espectadores, se transformará en escenario musical gracias a la instalación de un imponente escenario principal, pantallas LED de última tecnología y un sistema de sonido que demandó semanas de preparación.
Los técnicos detallaron que se instalaron más de 200 toneladas de estructuras y que el montaje implicó cortar la circulación con varios días de anticipación para el ingreso de camiones y grúas.
Desde el Ministerio de Seguridad porteño confirmaron que habrá un refuerzo especial de 500 efectivos desplegados en distintos puntos de la Comuna 10, sumados a controles vehiculares en los accesos a la Ciudad. También se dispuso un esquema de colectivos con paradas provisorias para quienes asistan en transporte público, con refuerzos en las líneas 34, 106 y 181, entre otras.
En paralelo, la Secretaría de Transporte recomendó a los vecinos evitar circular en auto por la zona de influencia y utilizar calles alternativas como Gavilán, Chivilcoy y Marcos Sastre.
Para quienes vivan dentro del perímetro afectado, se habilitó un registro especial que permite el ingreso con vehículo acreditado, aunque bajo estricta supervisión.
El evento, además, marca un hito cultural para Floresta, barrio históricamente ligado al fútbol pero que en los últimos años se viene consolidando como sede de recitales y encuentros masivos. La elección del estadio Islas Malvinas no es casual: combina accesibilidad, capacidad y una tradición de albergar grandes concentraciones populares.
En definitiva, lo que ocurrirá entre el 11 y el 14 de septiembre será mucho más que un simple recital: se trata de un movimiento urbano que involucra a miles de personas, modifica el pulso de un barrio entero y pone a prueba la capacidad de organización de la Ciudad.
La convivencia entre el espectáculo y la vida cotidiana de los vecinos será la clave para que la experiencia se recuerde como una fiesta y no como un problema.
Como cierre, lo cierto es que Floresta se prepara para un fin de semana distinto, con el estadio Islas Malvinas como epicentro de un recital que promete encender la noche porteña.
La música será la protagonista, pero el verdadero desafío estará en lograr que vecinos, asistentes y autoridades convivan en armonía durante estos tres días de intensa actividad.
