Un turista de 30 años sufrió heridas hoy al caer junto a la escultura a la que se había trepado para sacar fotos del cementerio de La Recoleta, informaron fuentes del SAME, del Ministerio porteño de Ambiente y Espacio Público y del Hospital Rivadavia, donde fue atendido.
Algunos testigos que presenciaron la caída dijeron que ocurrió aproximadamente a las 14, y, tras identificar al joven como un turista procedente de la ciudad española de Málaga, explicaron que el accidente se produjo cuando al altura para sacar fotos se subió a una de las dos esculturas de mármol que «custodian» la entrada de la bóveda de Pedro de Anchorena.
La escultura se desprendió de la base y cayó, arrastrando al joven con ella, informó una fuente de la cartera de Ambiente porteño, que aseguró que en el lugar hay carteles que indican que está prohibido treparse a las construcciones del cementerio.
Según fuentes del gobierno el turista está fuera de peligro después de haber sido atendido de inmediato por el Same, que ordenó para su evaluación el traslado al Hospital Rivadavia.
El joven presentó, en principio, traumatismo de tórax y después fue evaluado en el departamento de urgencias del Rivadavia, había dicho a Télam el titular del Same, Alberto Crescenti, a pocos minutos del accidente.
La escultura que se desplomó no podía haberse caído sola.
Es imposible que una estatua como esa se desplome por sí sola.
Alguien debe haberse trepado, dijo a la premsa Raúl Rivas, organizador de visitas guiadas y conocedor de la arquitectura del cementerio.
Según informó el guía, la escultura de mármol de color blanco envejecido, que no tiene más de un metro y medio de altura, es una de las dos figuras de mujer dolorosa con un ramillete de flores en las manos que custodiaba la entrada de la bóveda de Pedro de Anchorena, integrante de la conocida y poderosa familia propietaria argentina.
Las esculturas que enmarcan la entrada a la bóveda de los Anchorena, según Rivas, tienen una base que es proporcional al resto de la pieza, por lo que es imposibe que se caiga si no hay una fuerza externa que la haga caer.
La bóveda de Pedro de Anchorena está ubicada en el primer sector del cementerio, a la que se accede caminando hacia la izquierda y después de trasponer los monumentos dedicados a Facundo Quiroga y a Sarmiento.