Conocer el funcionamiento de los electrodomésticos permite elegir los más eficientes y de mayor vida útil lo que impacta a favor de nuestro bolsillo. Conocé cuáles son los que más energía requieren, y cómo reducir el consumo, ¡en esta nota!
Cuando se piensa en los equipos acusados de “terribles consumidores de energía”, varios se vienen inmediatamente a la cabeza. Para elegir electrodomésticos, es importante mirar una etiqueta que llevan pegada generalmente en la caja o en el mismo equipo que nos indica la “eficiencia energética”. Esto, tal cual como sugiere, nos dice que tan eficiente es. Siempre es bueno elegir la letra “A” en lo posible (son los mas eficientes) luego la “B” y como última opción la “C” aunque ésta, actualmente ya no está permitida en algunos equipos.
Aire acondicionado
Entre los electrodomésticos que hay que cuidar, especialmente en verano, destaca este.
Al instalar un aire acondicionado tenemos que consultar con un especialista conforme a los metros que tiene nuestro lugar a refrigerar que equipo corresponde.
Si instalamos el equipo de poca potencia en un lugar muy grande no solo gastarà mas sino que podemos acortar su vida útil ya que puede funcionar sin parar el motor que hace circular el gas en la serpentina.
Muy importante también es mantener las puertas cerradas. Imaginemos que en nuestra casa es verano y hacen 29 grados. Tenemos un equipo en una habitación y elegimos setearlo en 24 grados, si está la puerta abierta y el equipo no puede llegar a esa temperatura puede funcionar indefinidamente tratando de alcanzarla por ende consumiendo más y trabajando sin parar.
El cableado de la casa tiene que ser especial para cada equipo. Dado que el consumo es alto, si conectamos un equipo a cualquier tomacorriente de casa podemos perder eficiencia y sobrecargar el cableado. Lo ideal es que de la caja de llaves térmicas nuestro equipo esté alimentado por un cable específico. El diámetro de ese cable es acorde al consumo del mismo. Siempre consultar con un especialista.
Lavarropas
Al elegir los lavarropas, si bien hay diferentes tecnologías la que más se destaca es “direct drive”.
La mayoría de los lavarropas antiguos y muchos de los que hay en la actualidad tienen un motor que está conectado al tambor donde está nuestra ropa, y trabaja por medio del accionar de una correa de goma. La tecnología Direct Drive es mas simple.
El motor está directamente moviendo el tambor donde está la ropa.
De esta manera se elimina la correa, y se disminuye el rozamiento, por lo tanto el consumo.
También al no tener correa es un elemento menos que nunca fallará.
Otra ventaja de los motores con esta tecnología es que tienen menos rozamientos internos (no tienen escobillas o carbones) y por ello nos van a durar muchos años.
Tampoco se desbalancea el eje del motor por las fuerzas laterales, como ocurre con los lavarropas con correa.
Al lavar la ropa, si no está muy sucia, tratemos de lavarla seleccionando el lavado con agua fría y con lavado “económico”o”corto”.
Si la ropa está muy sucia, primero eligiremos el lavado “normal” o “largo”, y si no nos gusta el resultado como última opción elegiremos el lavado con agua caliente, lo cual incrementa casi al triple el consumo eléctrico. Es decir, preferimos que la ropa se limpie extendiendo el tiempo en contacto con el jabón y el movimiento mecánico del motor, antes que calentar el agua. Hay lavarropas que gradúan la temperatura del agua según el tipo de programa.
Heladera
La heladera es uno de los electrodomésticos que es difícil de saber el consumo real, ya que el fabricante nos indicará el máximo del consumo cuando el motor está refrigerando.
La cuestión es que se supone que la heladera conserva el frío y el motor no funciona sin parar. Por eso, lo primero que miraremos es la capacidad de la heladera para conservar el frío.
Los burletes, cuanto más anchos y mas gruesos mejor, porque harán mas hermético el cierre y no se perderá frío. La última tecnología son los motores inverter que regulan la velocidad de enfriado según la demanda. Por último hay algunas marcas que ofrecen apagado del freezer o convertir el freezer en refrigerador con solo apretar un botón. Esto es nuevo y realmente economiza, ya que si no queremos almacenar comida en el freezer podemos directamente, apagarlo.
Horno eléctrico o microondas
Los hornos eléctricos consumen 2000 watts promedio (hay también de 3000w), y podemos seleccionar la potencia mientras que un horno microondas consume promedio 700-800 watts.
En general ambos pierden calor porque suelen estar mal aislados, pero en el caso del microondas no tiene importancia ya que calienta directamente los alimentos de adentro hacia afuera. El horno eléctrico calienta todo el espacio interno, perdiendo calor y demorando más.
El microondas es claramente el que menos consume, además de calentar más rápido.Sin embargo hay algunas comidas que se cocinan mejor en un horno eléctrico, para lograr rapidez y mejor cocción existen microondas Grill. Los microondas de este tipo son artefactos que incorporan resistencias, al igual que los hornos eléctricos. Lo bueno de estos electrodomésticos es que podemos seleccionar la función “grill” en el momento que la necesitemos.
Si compramos un horno eléctrico pequeño aseguremos que se vea bien el interior, pues si es muy pequeño y oscuro tendremos que abrir la puerta constantemente para ver como va nuestra cocción, perdiendo calor y por ende, watts. Los que incluyan luz, será bienvenida.
Caloventores y placas cerámicas
Estos son auténticos derrochadores de energía puesto que son electrodomésticos poco eficientes. Gastan mucho y calientan poco el ambiente.
Tengamos muy en cuenta que muchos caloventores no tienen termostato, es decir, entregan toda la energía constantemente y llegan a consumir unos 2000watts por hora.
Tal como con los hornos eléctricos, algunos caloventores de potencia excesiva pueden simplemente dañar enchufes o recalentar la instalación sin que nos demos cuenta. Cuando por algún motivo algún electricista quiera cambiar un cable estará duro y difícil de sacar debido a su anterior recalentamiento.
Tampoco nos dejemos engañar por las placas cerámicas, son placas parecidas a un porcellanato, agradables a la vista pero que poco calientan y mucho consumen.
Las placas cerámicas distribuyen el calor por convección, es decir que hay una resistencia parecida a la del caloventor dentro de un material de mica y cerámicas que simplemente se calienta haciendo que el calor pase al ambiente.Al no tener una turbina o ventilador que sople sobre esta resistencia (como en el caso del caloventor) el calor no se distribuirá bien en el ambiente y quedarà cerca de la placa.Estas placas cerámicas solo son aconsejables en lugares chicos como un pequeño baño, aprovechando lo bueno de estas placas, que si son de buena calidad, son más seguras que un caloventor.
Recordemos que si buscamos el electrodoméstico más eficiente para calefaccionar, es un equipo tipo Split Frío-Calor.
Por Esteban Pascazzi para Cultura Geek