Araucaria columnaris es una conífera originaria de Nueva Caledonia, un archipiélago tropical en el sudoeste del Océano Pacífico. La especie fue clasificada por primera vez durante la segunda misión del capitán James Cook para circunnavegar el globo, de allí su nombre.
Un equipo de botánicos de la Universidad Politécnica del Estado de California (EE.UU) observó que todos los ejemplares en su área se inclinaban hacia el sur. Decidió consultar a un colega australiano para comprobar si ocurría lo mismo en su país: allí los árboles también estaban inclinados, pero hacia el norte.
Para interpretar el comportamiento, solicitaron información de 256 ejemplares de pino de Cook en los cinco continentes, entre los cuales estaban los que tenemos en el Jardín Botánico de Buenos Aires.
Fuimos consultados por el Dr. Jason Johns acerca de la inclinación de nuestras Araucaria columnaris y sumamos así los datos a los de 18 regiones a ambos lados del Ecuador. De esta forma pudo documentarse el patrón de inclinación, determinando que dependía del hemisferio. En promedio, los pinos se inclinan 8.05 grados y menos del 9% de los árboles medidos se salían del estándar.
De acuerdo a los investigadores, es probable que el origen de este comportamiento del pino de Cook esté en la genética del árbol o que se trate de una adaptación para aprovechar al máximo la luz solar en latitudes más elevadas.