“Este tipo de materiales, que podemos traducir como entramados metal-orgánicos, son materiales cristalinos porosos, que tienen una gran área superficial, de ahí su aplicación en catálisis heterogéneas y captura selectiva de gases”, explicó Frascaroli en diálogo con Télam Radio.
Las dimensiones de dichos poros están en el orden de los nanómetros, y por lo tanto los fenómenos que se dan dentro de los mismos no son cuantificables según las leyes de la física clásica, en un mundo donde las unidades de medida son 1.000 millones de veces más pequeñas que un metro.
Estos materiales, graficó el investigador, “están hechos de partes orgánicas y otras inorgánicas que forman redes que parecen telas que en su interior están completamente vacías, y forman poros que tienen afinidad por diferentes moléculas que son las que después se transforman o se almacenan en el material para su aplicación”.