En la esquina de la Avenida Las Heras y República de la India, en la zona conocida como Palermo Zoo con 94 años de antigüedad tiene dos particulares en cuanto a historia; fue construido por el arquitecto francés Henri Aziere y encargado por el empresario Alfredo Miguel Chopitea.
Se lo considera como un “hermano menor” del Palacio de los Patos que está cercano, cuenta con 3.300 m2 cubiertos y un patio central y está bajo protección patrimonial por el Gobierno porteño. Actualmente, varias unidades están en venta y ofrecen 4 o 5 ambientes, adecuados para familias numerosas o ensambladas. Las expensas oscilan entre $70.000 y $80.000 por mes. Los precios de venta varían también, con algunas unidades partiendo desde los USD 420.000 y otras desde los USD 500.000; en general, las cotizaciones dependen del estado de conservación de la vivienda.
El edificio que se alza majestuosamente en el corazón de la ciudad es mucho más que una simple estructura de concreto y acero. Es una obra maestra que fusiona la arquitectura moderna con la expresión artística en su forma más pura. Este edificio, conocido cariñosamente como «La Galería Urbana,» ha dejado una huella imborrable en la historia de la ciudad y en el corazón de sus habitantes.
Lo que hace que este monumento patrimonial sea verdaderamente único son sus ventanas, que no son simplemente aberturas para dejar entrar la luz, sino que son obras de arte en sí mismas. Cada una está diseñada y decorada de manera individual, y detrás de cada una de ellas se encuentra una historia que contar. Desde vitrales coloridos que arrojan destellos de luz en el interior del edificio hasta ventanas talladas a mano que muestran intrincados diseños geométricos, cada detalle ha sido cuidadosamente considerado para convertir estas ventanas en piezas de arte.
La inspiración detrás de estas ventanas proviene de diversas fuentes: desde la naturaleza y la cultura local hasta movimientos artísticos de renombre mundial. Al caminar por el edificio, uno puede encontrar ventanas que recuerdan a los vitrales de la catedral gótica, mientras que otras están decoradas con motivos inspirados en la vibrante flora y fauna de la región. Es una invitación a explorar el mundo a través de los ojos del artista que la creó.
Sin embargo, lo que verdaderamente hace que «La Galería Urbana» sea un lugar icónico es la fachada del edificio, donde se encuentra el primer graffiti jamás realizado por la legendaria banda de rock en español, Soda Stereo. Este graffiti es un tributo a la música y la creatividad que siempre han caracterizado a la ciudad. La imagen muestra a Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti, los miembros fundadores de la banda, en medio de una explosión de colores y símbolos que representan la energía y la pasión de su música.
El graffiti de Soda Stereo en la fachada se ha convertido en un punto de referencia para los fanáticos de la banda y los amantes del arte callejero de todo el mundo. Es un recordatorio de que la música puede ser una forma de expresión artística tan poderosa como cualquier otra, y que la ciudad misma es un lienzo en blanco para aquellos que desean dejar su huella creativa en ella.
Además de ser una obra de arte en sí misma, «La Galería Urbana» también alberga una serie de galerías de arte y estudios de artistas locales. Cada espacio dentro del edificio está diseñado para fomentar la creatividad y la expresión artística, y se realizan exposiciones y eventos culturales con regularidad para compartir estas obras con la comunidad.
En conclusión, este edificio es un testimonio de la capacidad humana para fusionar la arquitectura y el arte de maneras sorprendentes. Cada ventana es una obra de arte en sí misma, y la fachada que presenta el primer graffiti de Soda Stereo es un recordatorio constante de la importancia de la creatividad y la música en la vida de la ciudad. «La Galería Urbana» es un lugar donde el arte y la arquitectura convergen en una sinfonía de colores, formas y emociones, dejando una impresión duradera en todos aquellos que tienen la suerte de presenciar su belleza.