Dos delincuentes fueron detenidos in fraganti por la Policía de la Ciudad tras escalar hasta el piso 12 de un edificio en Palermo para ingresar a robar por el balcón.
La escena, propia de una película de acción, tuvo lugar a plena luz del día en una zona de alta densidad residencial, y fue desbaratada gracias a la rápida intervención policial tras el llamado de alerta de vecinos.
“Los encontramos descendiendo por los cables de telefonía entre los balcones. Fue un operativo coordinado en segundos”, relató uno de los agentes de la Comisaría Vecinal 14C que participó del procedimiento. “No hubo resistencia, pero sí asombro por la destreza con la que se movían entre los pisos.”
Todo comenzó cuando los residentes del edificio ubicado sobre Avenida del Libertador al 3600 observaron movimientos extraños en las alturas.
Dos hombres transitaban con agilidad inusual entre terrazas y balcones, en un accionar que encendió las alarmas del vecindario. Rápidamente, se comunicaron con el 911. La llamada activó el protocolo de emergencia y efectivos de la Comisaría Vecinal 14C se hicieron presentes de inmediato.
Cuando los uniformados arribaron al lugar, detectaron a los sospechosos descendiendo con ayuda de cables de telefonía desde el balcón de un departamento del piso 12 hacia la terraza del edificio.
Con precisión y sin margen para la huida, lograron reducirlos y proceder a su aprehensión en ese mismo instante. Lo que parecía un robo silencioso y bien planeado terminó desbaratado en cuestión de minutos.
Entre las pertenencias de los detenidos se encontraron nueve anillos de oro, una pulsera y dos collares, todos sustraídos del departamento de una mujer de 53 años.
También portaban herramientas utilizadas habitualmente en este tipo de delitos: destornilladores, una barreta de hierro, linternas de mano, guantes y gorros.
Estos elementos son característicos de la modalidad conocida como “escaladores” o “hombre araña”, una forma de robo con ingreso por balcones, que ha tenido episodios similares en otras zonas de la Ciudad.
Al ser consultada, la damnificada expresó su desconcierto: “Me fui apenas una hora de casa, y al regresar encontré todo dado vuelta.
El ventanal estaba forzado y no entendía cómo podían haber entrado. Vivo en un piso alto, nunca pensé que podían escalar hasta ahí”.
Según se supo, los ladrones aprovecharon la franja horaria del mediodía, cuando la mayoría de los departamentos están vacíos, y utilizaron los cables externos del edificio como vía de acceso y escape.
Los delincuentes, identificados como un ciudadano uruguayo de 69 años y un argentino de 32, fueron puestos inmediatamente a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 6, encabezado por la jueza Dra. Provítola.
Ambos enfrentan cargos por robo en grado de tentativa agravado por escalamiento, una figura penal que contempla penas más severas debido al riesgo implícito tanto para los autores como para terceros.
Este tipo de delitos no son nuevos, pero sí muestran una evolución preocupante en las técnicas utilizadas.
Según datos del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, los robos mediante escalamiento han aumentado un 12% en comparación con el mismo período del año anterior. Palermo, por su geografía edilicia y alto valor inmobiliario, es uno de los barrios más vulnerables a esta modalidad.
El caso también reabre el debate sobre la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en edificios altos: cámaras que apunten hacia terrazas y medianeras, iluminación perimetral adecuada y mayor coordinación entre vecinos y consorcios. “La mayoría de las veces, estos delincuentes aprovechan estructuras externas, como rejillas, aires acondicionados o incluso caños de gas, para trepar. Por eso es fundamental revisar y proteger todos los accesos”, señalaron desde la fiscalía.
No menos importante es el rol de los vecinos, que en esta oportunidad resultó clave. La intervención ciudadana fue el primer eslabón de una cadena que terminó con los delincuentes tras las rejas.
En ese sentido, desde la Policía de la Ciudad volvieron a destacar la importancia de la denuncia temprana y el uso responsable de las líneas de emergencia. “Un simple llamado puede cambiar el rumbo de una historia”, enfatizaron.
Por ahora, la investigación sigue su curso y no se descarta que los detenidos estén vinculados con otros robos similares ocurridos en las últimas semanas.
El análisis de sus antecedentes y el cotejo de huellas podrían arrojar nuevas pistas. Mientras tanto, los elementos recuperados serán restituidos a la víctima, y se solicitarán pericias sobre las herramientas incautadas para su eventual vinculación con otros hechos.
Como periodista y vecino de la ciudad, me resulta imposible no destacar la efectividad del operativo policial, pero también la vulnerabilidad con la que convivimos en nuestros propios hogares. Lo que pasó en Palermo puede repetirse en cualquier rincón de Buenos Aires.
No se trata solo de ladrones audaces, sino de una realidad que nos interpela a todos: la seguridad urbana necesita tanto de tecnología como de ojos atentos.