En plenas vacaciones de invierno, el Ecoparque porteño se transforma en un espacio de encuentro, aprendizaje y juego para chicos y grandes con una propuesta gratuita que combina diversión y conciencia ambiental.
Del 22 de julio al 3 de agosto, todos los días de 10 a 17 horas, la Plaza de Aguas y el Museo de Biomateriales ofrecen actividades que invitan a descubrir, jugar y aprender sobre la biodiversidad y la importancia del cuidado de la fauna.
Queremos que las familias se acerquen, disfruten y se vayan con un mensaje claro: cada especie cuenta, cada acción suma, señalaron desde el equipo educativo del Ecoparque, que hace años trabaja en la transformación del ex zoológico porteño en un espacio de preservación y concientización.
Durante el receso escolar de invierno, el Ecoparque se convierte en una usina de experiencias para los más chicos. A lo largo de dos semanas, las actividades diarias en la Plaza de Aguas están pensadas para despertar la curiosidad, la empatía y el interés por la fauna local y global.
Sin inscripción previa y con acceso libre, cada jornada ofrece una programación variada que se repite entre semana y los fines de semana para que nadie se quede afuera.
Las jornadas comienzan con la “Trivia de animales: ¿nativos o exóticos?” a las 11, un juego de preguntas para que los chicos aprendan a diferenciar especies autóctonas de las foráneas, mientras se divierten y ganan premios.
Le sigue, al mediodía, una charla sobre biodiversidad y bienestar animal, donde se presentan los programas de conservación del cóndor andino, el tapir, el guacamayo rojo y otras especies en peligro.
Esta instancia busca que los chicos comprendan el impacto del accionar humano y cómo el Ecoparque trabaja para revertirlo.
A las 13 horas, la propuesta se vuelve participativa con el juego “Rescate animal”, que simula el procedimiento que realizan los equipos cuando recuperan ejemplares del tráfico ilegal.
Utilizando peluches, cajas y elementos de traslado, se aborda el mascotismo como problemática ambiental y se concientiza desde edades tempranas.
Otro momento clave de la tarde llega a las 14 con “Descubriendo el mundo de las abejas”, una charla diseñada para desmitificar el miedo hacia estos insectos esenciales para la vida. Allí se explica cómo trabajan como polinizadores y cuál es el rol que cumplen en los ecosistemas.
La jornada cierra con una charla de Aves Argentinas, todos los días a las 15, donde representantes de esta organización comparten detalles sobre las especies más emblemáticas del país y las acciones de preservación que llevan adelante.
Los fines de semana, además, se suma la actividad “Explorador por un día”, una experiencia que invita a los chicos a recorrer el Ecoparque con lupas, guías de campo y herramientas de observación para descubrir flora y fauna nativa. Esta propuesta tiene como objetivo incentivar el contacto directo con la naturaleza desde una mirada lúdica y respetuosa.
Por otro lado, el Museo de Biomateriales propone una serie de charlas todos los días, de martes a domingo, entre las 11 y las 15 horas.
Este espacio, muchas veces poco conocido por el público general, alberga una valiosa colección de huesos de animales que permite conocer aspectos de su evolución, su anatomía y su adaptación al entorno.
Guiados por especialistas, los visitantes pueden observar de cerca estructuras óseas de grandes mamíferos y aves, lo que despierta asombro y aprendizaje en partes iguales.
Esta iniciativa se enmarca en el proceso de transformación del Ecoparque, que desde hace años busca dejar atrás el modelo de exhibición animal para convertirse en un centro de educación ambiental, rehabilitación y conservación. A través de estas actividades, se promueve una relación más ética y responsable con los animales y el entorno.
La propuesta ha sido recibida con entusiasmo por las familias que visitan el parque: “Mi hijo se quedó fascinado con el rescate de peluches.
Me parece genial que aprendan jugando”, compartió Carla, una madre que asistió con sus dos hijos. Otra visitante comentó: “No sabíamos que había un museo con huesos, fue una sorpresa hermosa y muy didáctica”.
Además de educar y entretener, estas actividades invitan a reflexionar sobre los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta.
El tráfico de fauna, el uso indiscriminado de agroquímicos que afecta a los polinizadores, la pérdida de hábitats y el desconocimiento general sobre nuestras especies nativas son algunas de las problemáticas abordadas en este ciclo invernal del Ecoparque.
Lo más destacable de estas propuestas es que no requieren inscripción previa y son completamente gratuitas. Esto permite que cientos de familias puedan acceder a contenidos de calidad durante las vacaciones, sin importar su situación económica.
La accesibilidad, combinada con la calidad pedagógica de las propuestas, hace de esta una experiencia valiosa para todos los públicos.
En lo personal, al recorrer las actividades, me impactó la forma en que los chicos se involucran con cada dinámica, hacen preguntas, participan, se ríen, pero también reflexionan.
Ver a un grupo de niños debatiendo si un tucán es una especie nativa o exótica, o si las abejas duermen por la noche, habla de un aprendizaje significativo que quedará más allá de las vacaciones.