Un delincuente reincidente fue detenido en pleno Palermo tras robarle el celular a una mujer y ser perseguido por vecinos hasta ser interceptado por la Policía de la Ciudad.
El acusado, con antecedentes por ejercer como «trapito», fue capturado a pocas cuadras del hecho y quedó a disposición de la Justicia.
Gracias a la rápida intervención del personal policial y a la colaboración ciudadana, se logró recuperar el celular robado y detener al sospechoso con múltiples antecedentes contravencionales, destacaron fuentes del Ministerio de Seguridad porteño.
El hecho se registró en la tarde del sábado cuando una mujer denunció haber sido víctima de un robo en una parada de colectivos ubicada en la intersección de avenida Santa Fe y Ángel Carranza, pleno corazón de Palermo.
Según el reporte policial, el acusado la sorprendió, le arrebató el celular y se dio a la fuga, sin saber que a los pocos minutos su huida llegaría a su fin gracias al trabajo articulado entre los efectivos policiales y los propios vecinos.
Al recibir el alerta, personal de la Comisaría Vecinal 14 B de la Policía de la Ciudad se trasladó inmediatamente al lugar.
Allí, sin encontrar ni a la denunciante ni al presunto autor del robo, los agentes comenzaron una búsqueda por la zona guiándose por las descripciones físicas y de vestimenta aportadas.
Fue durante esa recorrida preventiva que observaron a dos personas —una de ellas la víctima— corriendo tras un hombre en las inmediaciones de Arévalo y Guatemala, a apenas cuatro cuadras de donde ocurrió el arrebato.
La persecución finalizó cuando los oficiales lograron reducir al individuo. Al requisarlo, encontraron entre sus pertenencias el celular robado, el cual fue restituido de inmediato a su legítima dueña.
El detenido fue identificado como un hombre de 32 años, conocido en la zona por haber sido reiteradamente contraventor por ejercer como «trapito», es decir, cuidacoches sin habilitación legal, una práctica que en la Ciudad de Buenos Aires está penada por el Código Contravencional.
El caso quedó en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 27, encabezado por la jueza Laura Bruniard, con intervención de la Secretaría 124 a cargo de la Dra. Fernanda Martínez.
El hombre fue trasladado a una dependencia policial y se le abrió una nueva causa por hurto en la vía pública, sumando así otro antecedente a su historial.
Cabe recordar que en la Ciudad de Buenos Aires, ejercer de “trapito” sin habilitación está tipificado como una contravención.
La ley N.º 1.472 estipula que se considera una falta sancionable con multas, trabajo comunitario o arresto.
Además, si el infractor persiste en la conducta, puede ser sometido a medidas judiciales más severas. De hecho, el detenido ya había sido advertido en otras oportunidades por esta práctica ilegal, lo que refuerza su perfil como infractor habitual.
En diálogo con este medio, fuentes policiales aseguraron que “la participación de los vecinos fue determinante para el éxito del procedimiento”.
Este tipo de acciones pone en evidencia la importancia de la cooperación ciudadana y de la presencia policial activa en las calles porteñas, particularmente en barrios donde la vida nocturna y el tránsito peatonal intenso son habituales, como es el caso de Palermo.
Según estadísticas del Ministerio de Seguridad porteño, el arrebato de celulares sigue siendo uno de los delitos urbanos más denunciados en la Ciudad, especialmente en zonas de alto tránsito turístico y comercial.
Tan solo en el primer semestre del año se reportaron más de 2.300 hechos de estas características, siendo Palermo, Recoleta y el Microcentro los principales focos de incidencia.
En este marco, desde el gobierno porteño se vienen implementando operativos de saturación y vigilancia intensificada con patrullajes a pie, en bicicleta y móviles, así como el uso de cámaras de seguridad y la articulación con el 911 para una respuesta más eficaz y en tiempo real.
Por su parte, las organizaciones vecinales también han comenzado a reclamar con mayor firmeza la necesidad de reforzar la seguridad en las paradas de colectivos y esquinas estratégicas. “Nos cansamos de ver robos a plena luz del día, Palermo no puede seguir siendo tierra de nadie”, expresó Marta C., vecina de la zona.
El episodio, aunque aislado, se convierte en una postal más de una problemática urbana que se repite a diario: delincuentes oportunistas que actúan con rapidez, aprovechando descuidos, pero que en esta ocasión no contaron con la rapidez de una respuesta policial certera ni con la valentía de vecinos dispuestos a involucrarse para evitar la impunidad.