«Queremos romper con 70 años de fracaso en la enseñanza de matemática».
Así describió el ministro de Educación Alejandro Finocchiaro la intención del Gobierno al presentar el Modelo Argentino «Aprender Matemática» en una ronda de periodistas invitados.
Con él se busca que los alumnos de nivel inicial hasta la escuela secundaria aprendan y comprendan esta materia, que obtuvo pésimos resultados de la evaluación Aprender (el 70% de los alumnos presentó niveles básicos o por debajo del básico en esta disciplina).
¿De qué se trata? El programa pretende, a través de 650 formadores, capacitar a 75.000 docentes de 10.000 escuelas de todo el país.
Ellos serán los responsables de emprender el cambio de paradigma en la enseñanza de esta materia.
La intención no es sumar contenidos curriculares sino desmitificar a la matemática y quitarle la carga negativa que muchos estudiantes depositan en ella como consecuencia de aprenderla de igual modo desde hace siete décadas.
Finocchiaro la describió como «matemática para la vida», y sostuvo que esto significa que «cuando terminás el secundario te tiene que servir la matemática que aprendiste».
Así, añadió que en las aulas «se van a trabajar problemas concretos, con casos concretos».
Cuando desde el Ministerio aseguran que el objetivo es poder entender la materia trasladándola a situaciones cotidianas se refieren, por ejemplo, a «sacar a los chicos del pizarrón», tal como mencionó la secretaria de Innovación y Calidad Educativa Mercedes Miguel.
«La matemática está en todos lados. Queremos que los incentive, los convoque y les exija pensar de una manera diferente.
Para que haya aprendizaje tiene que haber vivencia y emoción», agregó.
La intención es que el docente no indique ejercicios, sino que plantee problemas.
Así, los alumnos, divididos en grupos, pensarán formas de solucionarlo y las argumentarán ante sus compañeros, para elegir finalmente la resolución más adecuada.
Miguel sostuvo que «la pata fundamental tiene que ver con la formación docente situada» (es decir, en las aulas) y que «el objetivo es que todos los niños aprendan y comprendan la matemática (y la disfruten)».
La capacitación docente propone nuevas estrategias para la práctica de la enseñanza en nueve contenidos específicos, cuatro para primaria y cinco de secundaria, que son los que resultan más complejos, a juzgar por los resultados de las evaluaciones.
Entre los más chicos, representación de información en gráficos, fracciones, áreas y perímetros de figuras planas y división con análisis del resto.
En los de secundaria, funciones (representación algebraica y gráfica), resolución de ecuaciones, probabilidad y permutación, proporcionalidad en geometría y representación decimal y fraccionaria de un número.
Esta primera etapa arrancará el año próximo en cuarto y quinto grado de los colegios primarios seleccionados («aquellos que más necesitan de la acción del Estado», según dijeron desde el Gobierno) y en primero y segundo año de los secundarios.
La medida se anunció tras la aprobación del Consejo Federal de Educación de los Indicadores de Progresión de Aprendizajes Prioritarios de Matemática (IPAP), incluidos en la Resolución 342/1, que permiten enfocarse en saberes prioritarios a la hora de hacer la planificación para la enseñanza y priorizar cuáles son aquellos contenidos de mayor complejidad.