Una persona que fue acusada de violar e incinerar a su ex-pareja, se mantenía prófugo de la Justicia, pero gracias a su excelente trabajo fue capturado por la Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Palermo.
Luego de varios meses de permanecer prófugo bajo los cargos de tentativa de homicidio y abuso sexual con acceso carnal agravado en el marco de violencia de género, el sujeto, de 38 años de edad, se encontraba desempeñando en estos días como chofer de micro escolar, de acuerdo a la investigación policial.
El allanamiento que finalizó en la detención del hombre de 38 años, la misma se encontró a cargo de oficiales de la División Delitos contra la Salud y Seguridad Personal de la Policía de la Ciudad, -a pedido del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 41, del Dr. Edmundo Rabbione, Secretaria 112 del Dr. Matías Álvarez.
El hecho que por poco no terminó en en una tragedia, ocurrió el pasado 5 de febrero último en un hotel del barrio porteño de Constitución, donde el acusado alquilaba una habitación, -según la denuncia de la mujer, hacía ocho meses que estaban en pareja.
Y en esa fatídica noche, luego de comer, discutieron, el hombre la violó, y luego la roció con alcohol y le prendió fuego, provocándole quemaduras en el torso y las piernas, -el agresor llevó a la mujer hasta el hospital del Quemado, y luego desapareció, sin volver por los lugares que rondaba normalmente.
El pasado 8 de mayo el juzgado requirió la colaboración de Delitos contra la Salud y Seguridad Personal, para dar con el acusado, por lo cual los detectives fueron decantando información, hasta establecer el abonado telefónico que estaba utilizando el prófugo.
Cuando ya se logró dar con el abonado, se solicitó la intervención de la línea y la ubicación de las antenas, llegando a la conclusión de que el hombre se estaba desempeñando como chofer de un micro escolar.
Ese tipo de datos, ayudaron mucho en la búsqueda, cercando al prófugo, al que tras las últimas averiguaciones los oficiales capturaron al acusado en Nicaragua al 4700, en el barrio porteño de Palermo.
De esta forma, el hombre de 38 años, tanto el como el celular que portaba fueron puestos a disposición del juzgado interviniente.