Violento choque y vuelco frente al Jardín Japonés en Palermo

Una violenta colisión en plena Avenida Figueroa Alcorta, frente al emblemático Jardín Japonés, volvió a estremecer este martes a los vecinos de Palermo. Un Volkswagen Up impactó contra la parte trasera de un Peugeot 208 y terminó volcando sobre el asfalto, dejando como saldo una mujer herida y serias demoras en uno de los corredores más transitados de la Ciudad de Buenos Aires.

“Fue cuestión de segundos, un auto frenó, otro giró mal y el que venía atrás no alcanzó a reaccionar”, relató un testigo a metros del accidente.

La escena, captada por las cámaras de seguridad, muestra el momento exacto en que la maniobra imprudente de otro conductor —que intentó doblar hacia la Avenida Casares sin la precaución necesaria— desencadenó la secuencia que terminó con el vehículo dado vuelta.

El siniestro ocurrió pasadas las 9 de la mañana a la altura del 3800 de Figueroa Alcorta, en una zona donde el tránsito suele ser intenso por la cercanía del Jardín Japonés, el Planetario y los parques del barrio.

De acuerdo con fuentes de la Policía de la Ciudad, efectivos de la Comisaría Vecinal 14C fueron los primeros en llegar al lugar. Al arribar, encontraron al Volkswagen Up volcado, con su conductora intentando salir del habitáculo.

La mujer, que afortunadamente no perdió el conocimiento, fue asistida por personal del SAME y trasladada de urgencia al Hospital Fernández con politraumatismos. “Pudo salir por sus propios medios, pero tenía golpes visibles. Por suerte llevaba puesto el cinturón”, informaron los agentes.

Durante varios minutos, el tránsito se vio completamente interrumpido, generando demoras y desvíos hacia calles paralelas. Recién pasado el mediodía se logró liberar la calzada tras el retiro del vehículo siniestrado y las tareas de limpieza.

Según las primeras pericias, el incidente habría comenzado con el frenazo repentino de un tercer automóvil, que obligó al Peugeot 208 a detenerse bruscamente.

Detrás, el Volkswagen Up no logró frenar a tiempo e impactó con fuerza, provocando el vuelco. Sin embargo, el desencadenante inicial habría sido un cruce irregular de otro vehículo que intentó girar hacia Avenida Casares, en una maniobra prohibida y extremadamente peligrosa.

Las imágenes de la cámara de seguridad son elocuentes: el Peugeot se detiene abruptamente, el Up se eleva, gira sobre sí mismo y termina apoyado sobre el techo, mientras los peatones corren a auxiliar a la víctima. “Lo más impresionante fue el ruido. Pensé que era una explosión”, comentó una vecina de la zona.

La esquina de Figueroa Alcorta y Casares forma parte de un corredor donde los siniestros viales se repiten con frecuencia.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas porteña, en esa zona se registran más de 50 incidentes anuales con lesiones, en su mayoría por exceso de velocidad o giros indebidos.

El flujo constante de autos particulares, colectivos turísticos y ciclistas convierte al área en un punto de alta vulnerabilidad. A esto se suma el tráfico de los fines de semana, cuando miles de personas visitan los espacios verdes de Palermo, el Jardín Japonés o el Rosedal.

“Hace años que pedimos más controles en esta avenida. Muchos doblan donde no se puede o frenan en seco para buscar estacionamiento. No hay presencia policial constante”, denunció un comerciante que trabaja sobre Alcorta.

Este nuevo siniestro se produce apenas tres semanas después de un choque múltiple sobre la avenida General Paz, a pocos metros de la bajada de Libertador, donde se vieron involucrados nueve autos y un micro sin pasajeros.

Aquella vez, nueve personas resultaron heridas y el tránsito debió ser cortado por completo durante varias horas.

El patrón se repite: maniobras peligrosas, exceso de velocidad y falta de distancia de frenado. Según la Asociación Civil Luchemos por la Vida, el 90% de los accidentes en áreas urbanas tiene como causa principal la imprudencia de los conductores, y la Ciudad de Buenos Aires concentra uno de los índices más altos del país en materia de siniestros viales por cada 100 mil habitantes.

Los especialistas coinciden en que más allá de la infraestructura, la clave pasa por la conducta al volante. “Podemos tener avenidas amplias, buena señalización y cámaras, pero si el conductor no respeta las normas, los accidentes van a seguir ocurriendo”, explicó el ingeniero vial Mario S. Torres.

Además, destacó la necesidad de reforzar la educación vial desde la escuela y endurecer las sanciones por maniobras temerarias. “El problema no es solo la multa. Hay que retirar licencias y hacer cursos obligatorios de reeducación. La reincidencia es altísima”, añadió.

Como periodista y ciudadano, resulta inevitable reflexionar sobre la repetición de este tipo de hechos en nuestra ciudad. Palermo, Núñez, Belgrano o Villa Urquiza: da igual el barrio.

Cada semana una esquina se convierte en noticia por un nuevo accidente. No se trata solo de estadísticas, sino de personas que sufren las consecuencias de la imprudencia.

Mientras la conductora del Volkswagen Up se recupera en el Hospital Fernández, la imagen de su auto dado vuelta frente al Jardín Japonés queda como un nuevo recordatorio de lo frágil que puede ser un instante al volante. Una distracción, una mala maniobra o un giro prohibido pueden cambiar una vida en segundos.

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