El CEO de Uber, Travis Kalanick, dejaría el cargo durante unos meses, según trascendió hoy en medios estadounidenses y europeos, después de que el consejo directivo de la compañía aprobara ayer, de forma unánime, implementar una serie de medidas a raíz de una investigación por acoso sexual, discriminación y sexismo sistemático en la empresa.Se trata de una serie de recomendaciones elaboradas por una comisión investigadora -creada por la propia Uber- que dirige el ex secretario de Justicia de Estados Unidos Eric Holder, aprobadas anoche, según comunicó la empresa, pero cuyos detalles no se conocerán hasta el martes.
El diario «The Wall Street Journal» aseguró hoy que el consejo propuso una pausa de tres meses para Kalanick, aunque la decisión debe tomarla el propio CEO.
Una licencia de varios meses podría interpretarse como un castigo y, además, no está claro quién podría sustituirlo al frente de la empresa, analizó la prensa. El matutino «The New York Times» incluso informó hoy que el reemplazo sería el vicepresidente de Negocio, Emil Michael, aunque esta tarde el ejecutivo anunció su salida de Uber.
A través de un comunicado, Michael indicó que será sustituido por David Richter, vicepresidente de Iniciativa Estratégica, y se declaró «orgulloso» de la calidad de su equipo, aunque no aclaró si renunció o fue despedido.
Desde su llegada a Uber hace casi cuatro años, señaló haber estado comprometido con la construcción de un equipo «que fuera acogedor para gente de todos los géneros, orientaciones sexuales, orígenes nacionales y formación académica», informó la agencia de noticias EFE.
En pocos meses, el estilo de gestión agresiva de Kalanick al frente de Uber -como su enfoque polémico y hostil en varios países contra las regulaciones en torno a habilitaciones, leyes laborales y sindicatos de taxistas- llegó a una nueva escala de crisis después de que una ex desarrolladora de software denunciara acoso sexual y discriminación.
En febrero pasado, Susan Fowler publicó en un blog los detalles del acoso que sufrió y denunció la falta de una respuesta adecuada por parte de los directivos de la empresa.
La mujer, una ingeniera que trabajó en Uber hasta finales de 2016, detalló que el gerente de su área le hizo insinuaciones sexuales apenas ingresó a la empresa, a fines de 2015, y se quejó ante los responsables de recursos humanos.
Estos le comunicaron que era la primera ofensa de este directivo, lo que no ameritaba castigar y hacer sentir incómodo a un alto ejecutivo.
Sin embargo, Fowler contó que en los meses siguientes conoció a otras ingenieras en la empresa que le manifestaron haber sufrido acosos similares, incluso algunas que habían sido acosadas por el mismo gerente, lo que la llevó a afirmar que en Uber reina un sexismo sistemático que es ocultado de forma deliberada.
La presión generada desde entonces llevó a una investigación por parte de un equipo dirigido por Holder que, cuatro meses después, en mayo pasado, derivó en el despido de 20 empleados de Uber por conductas de acoso sexual.
La decisión, según informó la empresa, se tomó tras revisar un total de 215 denuncias que además de acoso incluyen discriminación, comportamiento no profesional y bullying. Además de los despidos, otros 31 trabajadores recibirán cursos de formación para evitar que se reiteren las conductas.
En esta línea, la semana pasada, Arianna Huffington -creadora del diario The Huffington Post y directora de Uber- aseguró en una conferencia que Kalanick utiliza una sala de lactancia de la empresa para «meditar», sumando así otro dato al polémico perfil del cofundador de la empresa.
Entre otros episodios controvertidos, Kalanick tuvo que defenderse después de que se publicara un video en el que discutía acaloradamente con uno de sus conductores, y prometió después que se comportaría de forma más adulta en el futuro, recordó la agencia alemana DPA.