El Defensor del Pueblo porteño, Alejandro Amor, firmará hoy un convenio de cooperación con la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo para continuar el trabajo de digitalización de documentos, que viene desarrollando la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.
El acuerdo tiene como objetivos la elaboración de herramientas de descripción archivística que aporten mayor información sobre los documentos y permita una mejor identificación y gestión de los mismos; la organización y preservación de la documentación para su posterior digitalización de los archivos de Abuelas.
El convenio establece que el proceso de digitalización respetará las modalidades del Archivo de Memoria de Abuelas, se llevará adelante en el “Espacio Archivo Biográfico Familiar” de la Casa por la Identidad en el predio asignado a Abuelas de Plaza de Mayo en el sitio de la memoria “Ex – ESMA” y tendrá vigencia por dos años.
La lucha y los logros de las Abuelas
Es una organización que, desde el año 1977, tiene como objetivo principal localizar a todos los niños apropiados durante la dictadura militar y restituirles su verdadera identidad, exigiendo a la vez el castigo a todos los responsables para que la historia no vuelva a repetirse.
Los padres desaparecidos
La dictadura militar dejó un saldo de 30.000 desaparecidos y asesinados.
La mayoría de estas personas eran jóvenes con un fuerte compromiso social, muchos de ellos padres de bebés y niños, e incluso mujeres embarazadas.
El botín de guerra
Al poco tiempo de desatada la represión, los familiares de los desaparecidos descubrieron la existencia de otro hecho inédito: la desaparición de niños secuestrados junto con sus padres y de bebés nacidos durante el cautiverio de sus madres embarazadas.
El plan de apropiación
Con el tiempo se demostró que hubo un plan sistemático de apropiación de niños y que existían verdaderas maternidades clandestinas y listas de “adopción” de hijos de desaparecidos. Las secuestradas eran despojadas de sus bebés y asesinadas después del parto.
La lucha juntas
El 22 de octubre de 1977, 12 madres que asistían a Plaza de Mayo para reclamar por sus hijos se reunieron para buscar sus nietos.
Se bautizaron como Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos, más tarde Abuelas de Plaza de Mayo.
La búsqueda
Aisladas y en peligro iniciaron, sin saberlo, una lucha que sería para siempre, al principio, las Abuelas hacían solas un trabajo de detective.
Se comunicaban en clave, escribían denuncias y procesaban datos para saber dónde estaban sus hijos y nietos.
La ayuda
Cuando era muy difícil trabajar fronteras adentro, las Abuelas consiguieron el apoyo de importantes organizaciones mundiales y la atención de la prensa internacional.
Hoy, la casa de las Abuelas es un lugar familiar donde se congregan profesionales y jóvenes voluntarios.
Los símbolos
El pañuelo identificaba a Madres y Abuelas. En sus inicios fue un pañal de tela.
El cartel
Las acompañó desde las primeras marchas con las fotos de sus nietitos buscados.
La marcha
En la plaza la policía ordenó circular y ellas caminaron alrededor de la Pirámide de Mayo.
Los logros
Hasta 1983 para saber la identidad de un niño había que analizar la sangre de sus padres. Gracias a las Abuelas la ciencia descubrió que con la sangre de los abuelos era suficiente; fue el llamado “índice de abuelidad” y su 99,9 % de certeza es prueba legal de filiación.
CONADI
En 1992 se creó la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, no solo para buscar a los hijos de los desaparecidos sino también para velar por el derecho a la identidad de todos los niños, ya que nuestro país siguen existiendo casos de apropiación.
Restituciones
Desde sus inicios las Abuelas buscan localizar a los niños apropiados para devolverles su nombre, su historia y el vínculo familiar robado. Hacia 1983 habían logrado restituir la identidad de 12 niños; hoy esa cifra ascendió a 88.
Con el curso de los años las Abuelas comprobaron que la restitución tiene un efecto reparador: lo único que realmente cura es la verdad.