La caída de la demanda en 2018 generó que los precios en dólares de los pasajes estén a la baja.
Sin embargo, escasean las cuotas sin interés.
Por Andrea Glikman
Hace cuatro meses que el dólar está calmo y hay un rubro que de a poco comienza a sentir su efecto: el del turismo.
Después de una seguidilla de meses devastadores para los viajeros, donde el tipo de cambio desalentó para muchos los planes de vacaciones (sobre todo en el exterior), las ventas de pasajes y hoteles comenzaron, de a poco, a repuntar, alentados por un dólar planchado y la baja de precios en esa moneda.
“El primer cimbronazo se sintió en abril y cuando parecía que todo se reacomodaba, agosto fue lapidario.
Después de eso, los viajes al exterior no se volvieron a restablecer como antes. Sin embargo, en estos años de devaluación, hemos validado que cuando la gente se acostumbra al tipo de cambio, vuelve a retomar los viajes”, explicó Fabricio Di Giambattista, presidente de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo.
“Todavía no explotó la cantidad de ventas, pero para abril y mayo, donde se pueden conseguir mejores precios, se va a sentir más”, agregó.
De acuerdo a datos difundidos esta semana por el Ministerio de Transporte, más de 1.350.000 personas realizaron vuelos de cabotaje en enero, una cifra que representó una suba del 14% con relación a igual mes del año pasado y marcó un récord.
En el plano internacional, enero sufrió una baja del 4% respecto del mismo mes de 2018, aunque por Ezeiza pasaron más de 1,03 millones de pasajeros, alcanzando su máximo valor histórico.
“Siempre que el dólar se estabiliza, el argentino empieza a viajar. Notamos un incremento fuerte en las visitas de enero con respecto a diciembre.
Al haber poca demanda, los precios en dólares están a la baja. Hay buenas opciones, por ejemplo para ir a Estados Unidos, por 650 dólares, mientras que antes los pasajes costaban 800 dólares”, sostuvo Matias Mute, CEO de Promociones aéreas. De igual manera, opinó Julián Gurfinkiel, cofundador de Turismocity: “Enero fue un mes muy bueno, con 80% más de consultas y búsquedas que en 2018.
Pasamos unos cinco meses malos, pero ahora que el dólar está planchado comienza a mejorar la actividad.
A la vez, los precios en dólares bajaron”.
El panorama evidencia que las estrellas del verano son, sin duda, los destinos nacionales, impulsados por los precios en pesos y la llegada de las low cost. “Las ventas están repuntando.
Los números del mercado arrojan que el último enero fue mejor que el mismo período del año pasado en lo que respecta a destinos domésticos.
Y el internacional se mantuvo en los mismos parámetros. Lo que arroja un promedio positivo…”, explicó Sebastian Mackinnon, gerente general de Despegar para Argentina y Uruguay.
Más allá de esta “paz” que vive el tipo de cambio, la escasez de cuotas sin intereses para la compra de pasajes es un obstáculo que desalienta al sector.
Si bien la financiación existe, las elevadas tasas se transformaron en un recargo poco alentador.
De todas maneras, hay algunas excepciones como la aerolínea de bandera o tarjetas de bancos que aún mantienen los pagos sin intereses.
En cuanto a la reserva de hoteles también hay una leve mejoría este año: “Si comparamos enero 19 versus enero 18, vemos un crecimiento del 40%.
El primer destino con mayor número de ventas es el Caribe (México, Rep. Dominicana y Cuba). Entendemos que esto se da porque mucha gente compró su vuelo con bastante anticipación y dejó el hotel para último momento”, detalló Tomas Devescovi, product manager de Atrápalo Argentina.