Los vecinos piden mejoras en el circuito aeróbico del Rosedal de Palermo

Este reclamo viene por parte de corredores, patinadores, ciclistas y vecinos que caminan o pasean a sus perros; grupos de running reclaman sendas separadas, que se unifique el sentido de giro y más iluminación.

Todos los dias, a partir de las 18, cientos de personas van a ejercitarse al entorno del Rosedal y suele haber roces y caídas, al amparo de la oscuridad.

Y se escuchan todo el tiempo, ¡Cuidado con la bici! ¡Cuidado!», grita el entrenador de un equipo de corredoras en los 1600 metros del circuito aeróbico alrededor del lago del Rosedal.

Lanza la advertencia parado en el cordón que separa la calzada vehicular de la destinada al ejercicio; las alumnas cruzan la senda para preguntarle cómo seguir.

Otros aficionados las esquivan en su camino sin detener el ritmo, el ciclista también sigue adelante.

Luego se hacen las 19 y los equipos que se entrenan dos o tres veces por semana en ese rincón de los bosques de Palermo se agrupan donde hay algún farol que les dé luz.

Pero en invierno, no hay tanta gente como en primavera y verano, cuando se producen más roces y codazos, principalmente con los que andan en rollers a toda velocidad por la senda aeróbica.

Al intentar eludir a otros, aumenta el riesgo de caídas para todos.

Llegada la tardecita, una decena de equipos de running se pusieron de acuerdo para correr en sentido contrario a las agujas del reloj a modo de prevención.

Un neurólogo que se entrena dos veces por semana en uno de esos grupos dio un paso más: subió una propuesta al sitio web Buenos Aires Elige: https://baelige.buenosaires.gob.ar/budgets/1/investments/17355 para organizar el circuito con una mejor señalización.

La propuesta coincide con muchos otros pedidos de otros aficionados.

El pedido:

Reclamamos armar otro anillo alrededor del actual, sin restar lugar al estacionamiento vehicular, para los que se entrenan sobre ruedas.

Asi aquellas personas que van en zapatillas quedemos en el anillo interno, pero todos girando en un único sentido antihorario, como ocurre en el circuito del KDT y en otros lugares públicos en el resto del mundo destinados a la actividad física», explica el médico Alejandro Andersson.

Por convención -recuerda-, quienes van más lento lo hacen por afuera y los que van más rápido, por adentro.

Deberían colocar señalización horizontal con flechas que indiquen el sentido y cartelería que ordene el uso.

Por medio de la Gerencia Operativa del Parque Tres de Febrero, que depende del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, conoce la iniciativa.

Diseñó un proyecto de reordenamiento del perímetro, que prevé separar en dos sentidos de circulación a todos los usuarios del parque. «Mucha gente va, pero no a entrenarse.

Va a pasear o a hacer actividad física diferente de correr. Los cambios también tienen que tenerla en cuenta. No deja de ser un lugar público, de recreación», indica Martín Cantera, responsable del pulmón verde de 370 hectáreas.

El peor horario para disfrutar del circuito, es entre las 18 y las 20.30, cuando confluyen quienes van a caminar, pasear al perro, trotar, andar en bici o en patines después de trabajar.

En ese lapso, al recorrer los 1600 metros de las avenidas Infanta Isabel, Montt e Iraola, también se hace evidente la falta de iluminación, de servicios de seguridad y de señalización con pintura tanto de la acera como de los lomos de burro, por lo que suele haber tropiezos.

Antes éramos menos, en los últimos años el running creció muchísimo. Me preocupa y me ocupa prevenir accidentes.

Lo más seguro sería que los caminantes y los corredores fueran por un carril y los ciclistas y los que patinan, por otro.

Dar la vuelta en el mismo sentido evitará roces y choques frontales que se dan cada tanto, pero que algún día pueden ser graves.

Hoy te la pasás esquivando a los que vienen a contramano.

Sólo su grupo de entrenamiento (Migueles Running Team) tiene unos 60 miembros. Con el resto de los equipos acordaron girar en el mismo sentido.

En el circuito las voces coinciden con su iniciativa: avanzar sobre un carril para los automóviles para sumar un segundo anillo para bicicletas, rollers y patinetas.

«Esto requiere construir un nuevo cordón por fuera del actual, separado unos tres metros, incorporar señalización horizontal fluorescente con flechas que direccionen a la gente en sentido antihorario, dividir por carriles los dos anillos, marcar la vuelta de 1600 metros cada 100 metros y colocar alguna señalización vertical, también fluorescente, para que no pase inadvertida -precisa la propuesta-.

Marcelo Isnardi, Fabián Zuppo y Ana Paula Fortes se entrenan con el Team-D, el grupo para diabéticos.

Dos veces por semana, más de 20 aficionados se encuentran en la marca de 400 metros para correr. Coinciden no sólo con la propuesta de reordenar el circuito, sino que reclaman iluminación, seguridad y mejor mantenimiento del lugar. «Esto se diagramó para menos gente. Ahora es necesario rediseñarlo.

Que sean dos pistas, una exclusiva para los que van sobre ruedas. Muchos de los que vienen con rollers andan muy fuerte. Siempre hay roces.

Fortes enseguida suma otros obstáculos que hay que evitar, como los cochecitos para bebes los fines de semana o las correas extensibles de los perros, y la inseguridad.

 

El proyecto oficial tiene algunos puntos en común con lo solicitado. Incluye un perímetro 100% peatonal, con carriles de doble circulación con puntos para cambiar de dirección, y el retiro de los automóviles con estacionamiento a 90 grados en las calles de acceso al parque.

Los circuitos estarán diferenciados para corredores, quienes van a pasear y quienes van a hacer actividad física con ruedas, con una plazoleta central para separar los sentidos de circulación y aumentar la iluminación», anticipa Cantera.

No obstante, los cambios sólo se concretarán el año próximo, pues las partidas correspondientes se incluirán en el presupuesto para 2018.

Federico Rodríguez dirige otro de los equipos que se entrenan en el Rosedal, el F Running Team, «En septiembre hay mucha cantidad de gente. Vi algún accidente de personas con rollers y corredores», detalla. Un corredor de su grupo, el ingeniero Diego Gregoraz, impulsa otra propuesta en Buenos Aires Elige: una colina artificial de 40 metros de altura para la ciudad, por desarrollarse en la plaza situada en la avenida Figueroa Alcorta y Julio Argentino Noble, para los corredores de aventura que necesitan entrenarse con desniveles.

La mirada de los protagonistas

Alejandro Andersson, médico neurólogo y aficionado al running: «Me preocupa y me ocupa prevenir accidentes.

Lo más seguro sería que caminantes y corredores fueran por un carril y los ciclistas y los que patinan, por otro. Girar en igual sentido evitará roces.

Martín Cantera, gerente operativo del parque tres de febrero: «Mucha gente va, pero no a entrenarse, va a pasear o a hacer actividad física diferente de correr.

Los cambios también tienen que tenerla en cuenta, no deja de ser un lugar público, de recreación.

Tenemos un proyecto para diferenciar los circuitos y aumentar la iluminación.

Buenos Aires Elige es un sitio online donde los ciudadanos pueden hacer propuestas específicas para un barrio o integrales para alguna problemática común a toda la ciudad.

Las ideas más votadas por los vecinos durante mayo pasarán a una segunda etapa de selección, ya a cargo de las áreas de gobierno responsables de distribuir los 500 millones de pesos del presupuesto 2018 asignados para la concreción de estas iniciativas de origen participativo.

Los porteños mayores de 16 años podrán votar los proyectos seleccionados por comunas entre el 21 de agosto y el 17 de septiembre en https://baelige.buenosaires.gob.ar.

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